Voy por la vida infatigable
cosechando derrotas,
germinadas en el desamor,
con sueños fragmentados, regadas.

¡Inútil sembrador de Ilusión!
prosiguo cultivando equivocaciones
labradas en sangre viva
de un casi muerto y lacerado corazòn.

Pàramo estèril arado con obsesiva pasiòn,
febril dìa a dìa, incansable, no detengo la labor
y le abono con sudor, làgrimas y sangre
a la màs insòlita flor: Mi Soledad.