45 Grados
Vivo con la cabeza 45 grados hacia arriba,
Mirando el cielo siempre y volando entre las nubes,
Pensando en que te tuve y aguantando la caída;
A 45 grados de tu vida y de mi vida...
Vivo a 45 grados de la tristeza y a 45 de la felicidad
En un letargo insípido, color gris y soledad.
Con 45 grados de sangre en el alcohol que esta en mis venas
Con las penas en un bolsillo y en la mano el corazón.
Vivo de darte el perdón, de limpiarme la conciencia.
A 45 grados de la locura de vivir como un mortal
Pero a 45 pasos de cuerdo, de mi cuerpo encerrar
En las rejas de un sanatorio, con gente que ha decidido
Alejarse de esta peste y largarse
45 grados más arriba que yo, directo hacia las nubes.
Vivo en una tempestad de horas, metros, kilogramos;
De cinismos incoherentes y sarcasmos infrahumanos
Con la bandera de la soledad a media hasta, esperándote…
Con la casa limpia y los motetes en su puesto.
Vivo de esto de querer dibujarte en las paredes
En mi cama y en el piso, en mi cuerpo y en mi mente;
Pero se que ya no estas, el destino así lo quiso
Solo me quedan las libras, las pulgadas, los minutos,
Los insultos de la gente cuando tropiezo en las calles,
Las ganas de que le falles al destino y que aparezcas
Para llevarte a aquel sitio donde el tiempo no se acaba
Donde podamos amarnos hasta que la piel desaparezca
Y siendo espíritus sin cuerpo fundirnos en un alma
Y en una esencia entrelazada vivir por la eternidad.
(Se que no es la realidad, pero estoy lejos de ella, ¿Qué tanto? 45 Grados…)
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