Algunos apologistas añaden el nombre de Darwin, sobre quien; persistentes rumores, demostrablemente falsos, indican una conversión en su lecho de muerte, que aparecen continuamente como un mal olor.
Las conversiones de lecho de muerte fueron iniciadas desde que cierta “Dama de la Esperanza” (Lady Hope), hiló una conmovedora hebra sobre Darwin descansando sobre almohadas a la luz del atardecer, hojeando el Nuevo Testamento, y confesando que la evolución estaba totalmente equivocada.
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