Me he sentado a pensar y he llegado a la conclusión de que los colores ya no me sirven de nada pues mi vida esta más oscura que el agujero donde se guardan los recuerdos de un asesino. También me he dado cuenta que lo que necesito es uno de esos, si, un asesino, para que venga y le de muerte a todos los recuerdos que habitan en mi luego de empezar a vivir de memorias, de recuerdos que llenan mi día a día de historias que se perdieron en el tiempo y parece que encontraron el mapa de mis miedos para espantarme mas y mas.
Aun así sigo escondiéndome bajo la aburrida falda de mis recuerdos, malos recuerdos; me refiero a aburrida por el hecho de que no es una fiesta llena de derroches de carne en excesos ni de alcohol en cantidades industriales, es aburrida pues me ha destruido parte de los momentos que hoy he perdido, los cuales deseo con la misma intensidad de vivirlos.
Pero el que mas extrañare el azul y no por ser el que me queda bien en las camisas, mas bien por ser el que me daba la verde esperanza, siendo azul, de que todo fuera puro e intenso, sin final y sin tropiezos, para mi el azul era mas que perfecto. Pero respiro, aun tengo ese pequeño duende azul caminando por mis sentimientos, creando sueños y tratando de revivir las muertas esperanzas, pero prefiero que se quede en sueños que dejarlo vivir en la impureza de la realidad, en sus límites y escasos recursos creativos. Y como seguidor de su ideología haré lo mismo yo, te mantendré eterna dibujada de color azul en mis recuerdos, para cuando vuelvas a mi seas eterna como el azul mas cielo que haya existido, te tendré pura y perfecta en ellos, a mi lado, a mi orilla.
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