La Obvia Existencia de Dios
HARUN YAHYA
Desde el momento en que el hombre abre sus ojos a este mundo, comienzan a rodearle un gran número de situaciones. El necesita oxígeno para sobrevivir. Es interesante como la atmósfera del planeta en el que vive le provee de la adecuada cantidad de oxígeno que necesita. De esta manera, puede respirar sin dificultad. Para la existencia de la vida en este planeta, es necesaria la existencia de una fuente de calor. En respuesta a esta necesidad, el sol está situado a la distancia adecuada para emitir unicamente la cantidad exacta de calor y energia necesaria que el hombre necesita. El hombre necesita los alimentos para sobrevivir. Cada rincón del planeta posee una asombrosa diversidad de provisiones. Asimismo, el hombre necesita agua. Sorprendentemente, tres cuartas partes del planeta está cubierto de agua. El hombre necesita refugio, y en este mundo, existe tierra para construir y una gran variedad de materiales con los que construirse un hogar.
Estos son solo algunos de los billones de detalles que hacen posible la vida en la tierra. En definitiva, el hombre vive en un planeta perfectamente diseñado para su supervivencia. Es ciertamente un planeta " creado para los seres humanos".
La interpretación de las personas sobre el mundo descansa en "métodos de pensamiento adquiridos". Ese es, el pensamiento en el cual ha sido educado, o peor aun, la forma en que esta indoctrinado. Bajo este pensamiento, suele rechazar todo lo mencionado como "realidades triviales". No obstante, debe apartase de esta consideración, y comienzar a cuestionarse sobre las condiciones que hacen posible nuestra existencia, huyendo de los limites del actual pensamiento y comenzando a pensar en:
¿Como la atmósfera sirve como un techo protector para la tierra?
¿Como cada una de las billones de células del cuerpo humano conoce y ejecuta cada unas de sus tareas?
¿Como es posible el extraordinario balance ecológico existente en la tierra?
La persona que intenta dar respuesta a estas cuestiones esta en el camino correcto. No permanece insensible a las cosas que suceden a su alrededor, y no se siente ignorante ante la extraordinaria naturaleza del mundo, la persona que se autocuestiona, que reflexiona e intenta responder a estas cuestiones y lo hace sobre cada aspecto del planeta, comprueba que el plan y el orden descansan en:
¿Como fue posible el orden perfecto de todo para que el universo comenzase a existir?
¿Quien provee a este mundo este delicado balance?
¿Quien creó e hizo emerger en la naturaleza los increiblemente diversificados, seres vivos?
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