Sin duda, el título podría ajustárselo, bien como muchos presidentes con el cinturón nacional, en la cintura, o como en una corona en su cabeza bien dotada. Llevo desde antes de emeric, y la verdad no había visto una persona con la capacidad crítica tan atinada y demoledora muy al estilo de los ilustrados franceses dieciochescos. Con este reconocimiento deseo que podamos entrar de lleno en el contenido que nos ha dejado emeric, lo discutamos y podamos debatir con juicio. Gracias emeric por iluminar con los pasos críticos de 'Lumieres Francais'.
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