Algunas consideraciones sobre la filosofía de Karl Popper

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Una de las características de la obra de Popper es su claridad. Sus modelos a seguir fueron Russell y Schopenhauer, y, si bien carece de la elegancia de esos dos hombres, la claridad de sus escritos es ejemplar.
Hace varios meses propuse mi El criterio de demarcación de Karl R. Popper, que era su conocida falsación. Se trata de una teoría sencilla y enormemente poderosa: no podemos nunca estar seguros de la verdad de una teoría, sólo podemos descubrir lo que en ella hay de falso. La enorme consecuencia de que una teoría quede falsada es que queda invalidada, o sea que ese camino ya no vale. De esta forma la falsación es un criterio de descarte de teorías. Si nunca podemos saber que una teoría es buena, sólo saber que es mala, es el criterio de verdad de lo que se sirve Popper para clasificar claramente a nuestras teorías de hipotéticas.
La falsación popperiana era una teoría para el mundo de la ciencia, y en este sentido la diferencia entre ciencia y conocimiento se refiere a los métodos. La filosofía de la ciencia apunta a seguir a ésta tras sus pasos; la del conocimiento se quiere regir por sí misma. Como apunté otras veces se trata de un proyecto, y Popper sabía bien que era un criterio de selección de teorías. Las más fuertes triunfan, pero ese desenlace no puede ser conocido a priori. Popper concebía la ciencia como autónoma, y la prueba de ello es que su lógica se da en el tercer mundo, al ser ésta también una teoría.
Los tres mundos de Popper son básicamente como sigue:
Mundo 1. Mundo físico.
Mundo 2. Estados de conciencia.
Mundo 3. Mundo de las teorías, como forma de conocimiento.
En la teoría de los tres mundos está todo su pensamiento, ya como lógica de la ciencia, ya como epistemología. Esa distinción es entre nombres, y Popper siempre hablaba de problemas y de teorías. Su objetivo era el conocimiento del mundo, un tipo de conocimiento firme que pasase por encima del conocimiento endeble. Si he propuesto que Popper era básicamente Kantiano es porque buscaba un conocimiento seguro, que pudiese andar sin temor por el camino. Por supuesto, este conocimiento debe ser acumulativo, pero no para pesar más, sino para ser ontológicamente de mayor consistencia. La cosa en sí kantiana, que supone el contenido del en sí, se nos abre conforme hagamos preguntas, pero no cualquier pregunta ni cualquier respuesta, es lo que yo llamo el qué pensar. La pregunta contiene el supuesto básico, el marco común, que se irá definiendo en el proceso. Por eso Popper era contrario a Hegel, Marx y todos sus vástagos, porque en el fondo preguntan mal y no son exigentes con las respuestas. El problema en términos de conocimiento es que olvidamos el carácter hipotético de todo conocimiento, y ese no se da sólo en una dialéctica, ni en una historia, ni en una conciencia; es ignorante de sí mismo, pero no para dedicarse a volar muy alto, como Hegel, ni de cabeza al revés como Marx, sino siendo firmes, duros, crueles, y coherentes con nuestro conocimiento. Por eso he defendido la revisibilidad a través de la conciencia, que no es una especulación, es un supuesto básico que asumo como principio para hacerme más fuerte con mis pasos.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Añado un comentario del mismo Popper en el que fácilmente se puede hacer una problematización epistemológica desde una científica:
"Creo que las teorías son anteriores a los experimentos, en el sentido de que estos dos sólo tienen valor en relación a problemas teóricos."
Esto se puede resolver desde los resultados del experimento, pero nos debemos fijar en que el carácter de anterior es el supuesto. Podemos hacer cientos de experimentos, pero todos serán replanteables a la luz de nuevos resultados o nuevos problemas. Todo pensar, como teoría, permite desenvolver el "en sí mismo" en los diferentes momentos. Aquí situaría a Popper como nominalista más que como positivista, entendiendo el nominalismo como economicismo epistemológica, o: lo que se puede decir con poco de nada sirve decirlo con mucho. El problema aquí creo que estriba en que el mucho es un cajón de sastre, en el que hay verdades y falsedades, pero en cualquier caso lo que hay son esencialismos, o indeterminaciones. Mi uso de "indeterminaciones", se refiere al carácter vago de los términos, una de las más graves debilidades de la filosofía: LA PALABRERIA.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Sobre el comentario anterior de Popper voy a relatar un ejemplo clásico suyo:
Les voy a plantear un experimento: Les tuego que observen. Al cabo de un rato alguien pregunta, "Que observemos qué". Esa es la cuestión, el qué pensar.
Esto relaciona a Popper con Wittgenstein, pues relaciona la entrada con la salida. Concretar el conocimiento de ese proceso es acceder poco a poco a la cosa en sí. Pretender que esta cosa en sí somos nosotros o nuestro conocimiento es un sentido de nuestro conocimiento, aquí la representación de Schopenhauer, que es como se da el conocimiento.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Acerca de la importancia del carácter hipotético de nuestro conocimiento incluye todo tipo de conocimiento. Recordermos que el conocimiento es un conjunto de teorías. Toda teoría requiere de un supuesto básico y este supuesto puede ser una variable, al estilo de Russell. Si conseguimos crear muchas teorías sobre muchos supuestos el área de explicación de las teorías no puede sino aumentar. Ni las teorias formales como la lógica o las matemáticas están fuera de los supuestos.
Acerca de esto último existe otra teoría de los tres mundos, la de Penrose, que se diferencia de la de Popper en el mundo 3. Para Popper es el conjunto de teorías; para Penrose es el mundo de las matemáticas. Sorprendentemente Penrose les atribuye un en sí mismo, al ser inteligibles. Para mí son tan sólo una teoría que no contiene nada que no hayamos puesto. Esto lo discutí hace tiempo acerca de la existencia de la ciencia independientemente de los hombres. Para mí todo conocimiento es expresión de una función, o como diría Schopenhauer, que al ser platónico compartía esas ideas, el mundo es representación.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

En este último sentido, que las representaciones sean conformes a sí mismas no dice más que eso. Este sería un camino demasiado especulativo por mi parte, pero viene a ser lo que quise sostener en mi El orden de Spinoza. Que se hayan descubierto cosas increíbles de la mecánica cuántica es todo un argumento a favor de Popper y Kant. Por otro lado la inteligencia como instrumento es algo señalado por Wallace y por Popper desde cierto evolucionismo, y por Marx, que ha derivado en la crítica de la razón instrumental, a la que me opongo por todo lo comentado en este artículo.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Prosigo con la falsación. Más que invalidar la teoría, lo que hace es romper su fundamento; este no se dirige propiamente a la teoría, sino a su génesis, es decir, a la solución que aportaba al problema.
En este sentido es importante atender que con la falsación lo que se invalida es esa concreción de la teoría. Si la teoría apostaba por un sentido de validez, ese sentido queda abolido por la teoría que pone en evidencia su invalidez. Esta matización del sentido de las teorías es lo que, como desarrollo, va a hacer fuerte nuestro proyecto, pues hemos apostado contra nuestros propios fundamentos con las teorías más improbables. Esto relacionado con mi Evidencias es la desconfianza por principio hacia nuestro propio pensar o hacia las pruebas. Por esta razón llamé la atención sobre el tema de que las teorías han de ser anteriores a las respuestas a ellas. Se trata de una noción abierta de las teorías, como formas inmaduras, nunca del todo formuladas; dicho de otro modo, poniendo en duda el en sí por querer decir mucho y no decir definitivamente nada, vehículo para la manipulable especulación.
Por supuesto, si dudamos metódicamente, el en sí mismo de nosotros, la subjetividad, o lo que sea, debe ser puesto a prueba y mostrar todos los fantasmas que le acompañan. Eso se nos da en el mundo 2, estados de conciencia llenos de evidencias y esencialidades, arreglado en el marco común del 3, las teorías y su crítica. Que las teorías del mundo 2 estén en sí, no es razón para su invalidez, pero este aislamiento entorpece que lo sepamos, o sea teorías débiles. Esta es la razón por la que hay que sacarlas del ensimismamiento.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Desde esta perspectiva cuando hablamos de a priori siempre añadimos un interrogante. Como dije hace tiempo, no negamos los a priori apuntamos lo que no son a priori: falsación.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Toda teoria inicialmente se concibe en el mundo 2, ya en relación con el mundo 1 o el mundo 3. Esto en términos de planos superpuestos es la síntesis, que al pretender ser reguladora del mundo como juicios a priori, confunden lo pensado y su forma con la validez más allá de lo pensado. O sea no hay evidencias ni a priori, hay formas falsables o no: las no falsables son suposiciones.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Respecto de las teorías iniciales o abiertas, siendo éstas el qué, son esquemas funcionalmente formales. Es a través del proceso sintético, en su momento analítico, cuando pueden ser revisables, pues la síntesis es una teoría de impacto psicológicamente afirmativo o de carácter dogmático, como todo conocimiento que desconoce el valor de su carga. Esa apariencia de simultaneidad es un efecto de la conciencia, aún no conocimiento, ante el contenido de la síntesis; pero basta señalar el nivel empírico frente al de los contenidos sintetizados, que no necesitan darse enteramente para ver que la síntesis termina actuando formalmente gracias a su contenido. La suposición de los juicios no dice nada en su favor, es el desarrollo selectivo de las teorías el que pude acceder a un nivel del en sí, y ese nivel puede ser reformulado a la luz de nuevas teorías o ser la base de ellas.
En el sentido de esta última consideracion, la ciencia podrá algún día aclararnos lo que sólo intuimos con la razón, aun cuando ese paso sólo sea uno más hacia la cosa en sí.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

En la reflexión de Kant acerca del contraste entre el fenómeno, lo dado, y lo el noúmeno, lo pensado en cuanto pensado, se abre una doble crisis: por un lado la investigación acerca del fenómeno y su relación con la cosa en sí; y, por otro, la investigación del contenido de lo pensado como otro en sí. En cierto modo la problemática radica en la trascendencia, el vicio espiritual de los filósofos. Si el proceso discursivo es más lento que el sintético es algo que atañe a las limitaciones propias de la mente humana, o sea el mundo 2; el sintético, como teoría, se asienta cómodamente en la mismisidad, silenciosa y oscura, hasta que es delatada por la misma conciencia que la escondió.
El desanclaje de los noúmenos, como formas que quieren trascender para hacerse de nuevo formas, sólo puede ser planteado seriamente desde el conocimiento como fenómeno emergente a través de la conciencia.
Este es el problema de la epistemología que sólo puede saber más, aumento de conocimiento, retando a su creador. O sea, mundo 1, siendo trascendental, en el mundo 2, y postulado en el mundo 3 para que pueda de nuevo emerger hasta el mismo proceso.
Este último párrafo es básicamente la teoría del conocimiento objetivo desde una perspectiva evolucionista, idea que resume Popper perfectamente en: teoría, problema, teoría, …; teoría tantas veces mencionada por mí.

NOTA. He suprimido de la cadena el error, T-E-P, por tratarse de otra teoría.