Entonces,
Que me dices,
Me tienes aquí atado sin sogas,
Con el corazón en la puerta,
Y los ojos en tu espalda, si, en tu espalda.
Es que de cerca disfruta mas de tu piel morena.
Disfruto de tus ansias,
Pero con mis manos,
Y plasmo en mí una sonrisa,
La misma sonrisa,
La sonrisa del deseo y de la satisfacción
Y un gemido, sabes bien que gimo,
Varonilmente pero hago mis pequeños sonidos,
Y de mi nace un rió,
Pero de agua salada, el desahogo de mi cuerpo,
Junto a tus expresiones corporales,
Tus gritos, mi ritmo va con tus latidos,
Respiro tras tus suspiros,
Y mi final no es igual al tuyo.
Así siempre damos fin a la noche,
Yo atado a tu cama y sin sogas,
Con mi corazón en la puerta
Y mi mente queriendo irse por la ventana,
Mis brazos rodeándote pero mis piernas,
Si, mis piernas, corren por otros brazos.
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