Venía el Anastacio Lopez por la ruta con su cupecita. Noche cerrada (era Domingo...) campo adentro, sobre uno de los lados de la ruta... una luz.
La curiosidad de Anastacio no pudo contenerse.
Quería saber que era esa resplandecencia que se movía entre los yuyales... Un plato volador! pensó el Anastacio!.
Bajó de la cupecita... tomó un farol, lo encendió y comenzó a caminar los 100 metros que lo separaban del, para él, plato volador...
A los 50 metros la adrenalina del Anastacio estaba como pa' tomar mate... pero su estirpe de bravo criollo le imponía seguir... 20 metros..... la luz del farol del Anastacio ya se confundia con la extraña luz.
Anastacio, entre dientes, pega el grito:
- Aquí Anastacio Lopez, de la estancia "La Rosalinda"... haciendo contacto...
Una voz le respondió:
- Juan Carlos Echegoyen, chofer de "La Costera Criolla", haciendo caca.....