Realmente hoy estoy con bronca, ayer vinieron seis o siete piqueteros a repartir volantes y a informar a los uruguayos sobre su lucha contra la instalación de las papeleras a orillas del río Uruguay.
Más allá de la discución de las papeleras o de los piquetes, lo que me indignó fué la actitud patotera de 150 uruguayos (muy a mi pesar) que se creyeron valientes por agredir y expulsar de la plaza a seis piqueteros, entre los que se encontraban mujeres y algun señor de abanzada edad.
Me indignó la pasividad de la policía, que se limitó a "proteger" la integridad de los piqueteros pero no protegió su derecho a hablar o a tener la mínima tranquilidad que cualquier persona merece al expresarse pacíficamente.
Me indignó la actitud de la mayoría de los medios de comunicación uruguayos que insistieron en que los piqueteros vinieron a provocar y no condenaron la actitud violenta de 150 cobardes, solo valientes cuando son muchos y tienen carta blanca por parte de la policía.
Me indignó la actitud del gobierno que no mandó a la policía a reprimir a los violentos ni a detenerlos luego de golpear incluso ciudadanos uruguayos que al pasar por la plaza manifestaban su oposición a esta manifestación patotera.
Me indignó la mano negra que está detrás de todo esto, pues somos pocos y nos conocemos mucho, y es constatable que entre esos 150 había patoteros pagos, "barrabravas", y demás personajes del bajo mundo.
Me indignó por último, nuevamente la actitud del gobierno al servirse de estos patoteros al mejor estilo fascista, exacervar a la gente con el "patriotismo" al mejor estilo nazi, siendo que es un gobierno de "izquierda", o al menos eso es lo que votamos.
Perdón en nombre de los uruguayos decentes a los argentinos que vinieron a informar pacíficamente, perdón a todo el pueblo argentino, perdón a los uruguayos que viven y muchos triunfan en Argentina, perdón a todos los que en el mundo luchan por la salud ecológica del planeta, y este pedido de perdón va por no haber sabido detener a tiempo a estos 150 energúmenos.
El gobierno Uruguayo ayer perdió, perdió autoridad moral, perdió credibilidad, perdió dignidad, perdió mi apoyo, y en las próximas elecciones mi voto.
Chau.
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