Una historia sorprendente nos trae para la edición de hoy "The Wall Street Journal Americas": es el caso de John Draper, el creador del primer procesador de texto de las computadoras personales (PC), conocido como EasyWriter, que vive en tal abandono que hace poco almorzó las sobras que le habían regalado en un supermercado del mítico Silicon Valley. Como él hay otros creadores de las tecnologías informáticas que no tienen hogar ni empleo.
¿Cómo puede ocurrir un drama semejante de genios empantanados en el fracaso? La teoría de las inteligencias múltiples, de Howard Gardner, da un derrotero. Y de ello hay muchos ejemplos. No siempre el primero de la clase termina siendo el más exitoso en la vida, como tampoco la más bonita es la más feliz.
La clave está en desarrollar la destreza personal. Unos son ricos en inteligencia lingüística, otros en la lógico-matemática. Se habla también de las inteligencias espacial, musical, corporal-cinética, naturalista, emocional, intrapersonal, interpersonal y existencial.
Quizá a John Draper le faltó adquirir la destreza emocional para dirigir su vida de manera satisfactoria.
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