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Tema: La India

  1. #1
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    04 jul, 04
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    Predeterminado La India

    India: ¿La próxima superpotencia?
    Por Andrés Oppenheimer

    NUEVA DELHI.- Vine a la India para ver si este país de mil 100 millones de habitantes se convertirá pronto en la próxima China, una nueva superpotencia mundial que compita con los Estados Unidos en la arena diplomática y supere abrumadoramente a América Latina en los mercados mundiales. India creció el 8 por ciento anual en los últimos dos años, después de crecer 6 por ciento anual durante los 80 y 90
    Apocas horas de mi llegada, mi primera impresión fue que no. Es difícil imaginar a la India como superpotencia mundial cuando uno aterriza en el aeropuerto internacional Indira Gandhi de esta capital. En comparación con el aeropuerto de Pekín -un edificio gigantesco que se parece a un estadio de futbol futurista- el aeropuerto de la capital india se parece a una terminal de ómnibus provincial del cuarto mundo.


    Las terminales del aeropuerto parecen que nunca fueron modernizadas ni pintadas desde que el edificio se inauguró en mayo de 1986. No hay free-shops ni otros locales comerciales a la vista en la zona de arribos internacionales. Un gerente del aeropuerto hace poco fue internado en un hospital después de haber sido mordido por un perro callejero en la Terminal 1A, en el más reciente de varios incidentes similares en la estación aérea.

    Afuera, motocicletas, autos, y rickshaws (vehículos de tres ruedas) con motor -los cuales parecen competir para ver cuál hace sonar la bocina con más estridencia- tratan con maniobras a veces imprudentes de adelantarse unos a otros para llegar primero a la zona para levantar pasajeros. A pocos metros de la principal entrada del aeropuerto vi un taller mecánico improvisado, frente al que yacía un auto desvencijado, que parecía haber estado abandonado durante semanas.

    "Tiene un aspecto horrible", me confesó días después el ministro de Planificación, Montek Singh Ahlawalia, en una entrevista, añadiendo que el aeropuerto acababa de ser privatizado y debería ser restaurado en breve. "Y también las rutas. El gobierno reconoce que la infraestructura es el mayor problema que tiene la India", agregó el funcionario.

    Por cierto, las calles están llenas de grietas. El tránsito local hace que las más caóticas de las capitales norteamericanas parezcan modelos del comportamiento vial civilizado. Los automovilistas pasan los semáforos en rojo como si fueran señales decorativas, y todos ignoran las líneas divisorias de los carriles pintadas en las calles.Para empeorar las cosas, vi bueyes, vacas, caballos, e incluso camellos y monos vagando por las calles, retrasando y a veces deteniendo el tránsito. Me dijeron que de vez en cuando uno se topa con un elefante en pleno tráfico, aunque confieso que personalmente no me topé con ningún paquidermo.

    En contraste con las grandes ciudades chinas, donde en el paisaje urbano abundan las gigantescas grúas en las obras en construcción -había 5000 sólo en Pekín cuando visité China en 2005- en Nueva Delhi no vi ninguna. En realidad, no hay rascacielos en la capital india, y se ve poca restauración de los edificios más viejos.

    Pero las primeras impresiones en la India son a menudo engañosas. Este país está atravesando una ola de optimismo rara vez visto en el resto del mundo en desarrollo. Desde que el Consejo Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos -el centro de estudios e investigaciones estratégicas de la CIA- hace poco pronosticó que la India será la tercera superpotencia mundial en 2020, detrás de los Estados Unidos y China, este país desborda de autoconfianza, empuje, y ambición.

    La economía pasa por un momento floreciente. La India creció el 8 por ciento anual en los últimos dos años, después de crecer un promedio de casi el 6 por ciento anual durante los años 80 y 90. Comparativamente, América Latina ha estado creciendo un promedio del 4.5 por ciento desde hace cuatro años.

    "Durante un largo periodo, parecía que estábamos creciendo bien, aunque no realmente dentro del grupo de países de mayor crecimiento", comentó el ministro de Planificación Ahluwalia. "Sin embargo, agregó- en los últimos tres años parece que nos hemos sumado al grupo de mayor crecimiento. Realmente comienzan a percibirse los beneficios de las reformas económicas que la India ha estado introduciendo desde 1991".

    El gobierno de centroizquierda habla de la "Nueva India". La Fundación India Brand Equity, un centro de promoción encabezado por el sector privado, está promoviendo el país en el extranjero como "la democracia de libre mercado que más crece en el mundo". El diario The Times of India está publicando una serie de artículos titulados "La India está en marcha", mientras que Aroon Purie, editor responsable del semanario India Today, escribió: "La sensación de optimismo no tiene precedente".

    El 11 de enero pasado, la primera plana de la prensa local dio cuenta del exitoso lanzamiento de la undécima cápsula espacial Polar, que transporta satélites de varias naciones, incluyendo de la Argentina, al que seguirá una misión no tripulada a la luna el año próximo. Si las cosas andan bien, dentro de ocho años habrá una misión tripulada a la luna totalmente india, según prevén los funcionarios.

    El índice Sensex de la bolsa de la India alcanzó un pico sin precedente este mes. La venta de casas y autos está en pleno auge. Cinco millones de nuevos teléfonos celulares se venden cada año, y las empresas multinacionales indias como Tata Industries están invirtiendo y adquiriendo compañías en todo el mundo, al ritmo de 11.000 millones de dólares el año pasado, incluyendo 3000 millones de dólares en América Latina.

    El gobierno espera que la India alcance un crecimiento superior al 10 por ciento el año próximo y llegue a índices de crecimiento del 12 por ciento hacia fines de esta década. En comparación con el desarrollo de China, que se basa en exportaciones de manufacturas e inversiones extranjeras, el desarrollo de la India está sustentado en los servicios -especialmente tecnología informática y productos farmacéuticos- e inversiones locales.

    "Nuestro crecimiento no está impulsado por el sector estatal, sino por el sector privado", me dijo en otra entrevista el ministro de Comercio e Industria, Kamal Nath.

    Las compañías de tecnología informática están convirtiendo a la India en el centro mundial para veintenas de servicios de contratación externa, entre ellos contabilidad, ingeniería y diagnósticos médicos de rayos X. Los servicios significan y equivalen hoy a la mitad de la economía de la India mientras que las manufacturas sólo el 17 por ciento.

    De acuerdo con los funcionarios, si la India puede en los próximos cinco años alcanzar la meta de aumentar el sector de manufacturas para que signifique el 25 por ciento de la economía -un objetivo clave en su esfuerzo para sacar de la pobreza a sus, según se estima, 270 millones de pobres- el país podrá tener índices de crecimiento mayores que China.

    "Contamos con una enorme ventaja demográfica: una población mucho más joven", añadió el ministro Nath. Con casi un tercio menor de 15 años, la población de la India es mucho más joven que la de China, y por lo tanto lista para ingresar en la fuerza laboral.

    Los economistas afirman que la India va a la zaga de China porque comenzó a introducir sus reformas de mercado en 1991, más de una década después que China. Y varios funcionarios me dijeron que, si aquí no hay rascacielos ni modernos aeropuertos como en China, eso se debe a que la democracia vibrante de la India en la que todos se expresan de viva voz hace más difícil que el gobierno expropie tierras o desaloje gente de sus viviendas, tanto en la ciudad como en el campo, como lo hace habitualmente la totalitaria China.

    Durante mi visita a la India, reclamos de campesinos obligaron al gobierno a congelar los planes para erigir parques industriales en la provincia de Bengala Occidental, después de que varios manifestantes murieron en enfrentamientos con la policía. Pero la mayoría de los habitantes indios parece pensar que, en la carrera del desarrollo, la India será la tortuga y China la liebre. A la larga, según ellos, su sistema democrático hará a la India más atractiva para el resto del mundo, y hará que sea menos probable un estallido social.

    Mi opinión: La India de hoy es la China de hace 15 años. Pero India está ganando terreno rápidamente: tiene una población joven con una élite técnica sumamente capacitada, un sistema democrático, y una tradición espiritual que la ayuda a proyectarse como una potencia regional que no es amenazante, y un consenso general sobre la necesidad de continuar con su apertura económica.

    No me sorprendería que, la próxima vez que venga a la India, mirando el horizonte vea gigantescas grúas de obras en construcción, menos bueyes en las calles, y un flamante aeropuerto internacional. India está despegando.

  2. #2
    Forero avanzado Avatar de Anaximander
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    Predeterminado Re: La India

    Jorgesalaz,

    interesante el aporte que trajiste, recién acabo de escuchar un informe acerca de la educación en la India. El sistema educativo todavía sigue dividido en dos clases: La clase baja, que raramente recibe una educación adecuada, los alumnos de la escuela apenas tienen la capacidad de escribir su propio nombre, por razones de ausencias de docentes, que aparte de su puesto estatal en la educación trabajan en otros lugares también para ganar su vida.

    La clase alta recibe una educación cara, a alturas y niveles internacionales. Ya vemos muchos hindúes trabajando en multinacionales alemanas así como en los EEUU. También en el rumbo de servicios telefónicos (como el outsourcing de centros de contacto y el mercadeo telefónico) existen ya empresas exitosas ofreciendo sus servicios internacionalmente.

    En Bangalore, un centro de la informática comparable con el "silicon valley" de los EEUU, trabajan especialistas en el rumbo de la informática, las empresas farmacéuticas como Ranbaxy tienen éxito tanto en la bolsa de valores, como en el mercado internacional. Recién acabo la empresa supranacional de producción de metales, Mittal Steel, a adquirirse una de las empresas europeas, Arcelor. No deberíamos olvidar a compañías como TATA, empresa gigantesca conglomerada.

    Políticamente, la India está al borde de una guerra hace años con Pakistán, como superpotencia nuclear del futuro.

    Ya sabemos, que en manos privados se quedan más que 43.000.000.000 Dólares como seguridad privada en bienes - si algún día la situación en la India dejará desarrollar libremente a integrantes nuevos en el mercado nacional, protegiendo sus derechos de propiedad, el desarrollo será tremendamente exitoso, inimaginablemente rápido y sostenido.

    Para mi, la India ya esta llegando a ser una superpotencia mundial en el aspecto económico, dando un buen ejemplo a la América del Sur.

    Este fin de semana decidieron los países asiáticos (ASEAN+6) a unirse en una zona de mercado libre, desde Japón hasta Australia. Si miramos el balance de comercio internacional entre la UE, los países asiáticos y la NAFTA, constatamos una desigualdad impresionante: billones de dólares de desequilibrio en el intercambio de mercancía. Dentro de una zona de mercado libre, la India tomará un papel de liderazgo, por su potencia económica. Junto con el Japón y la China tendremos que preguntarnos como terminará el sexto ciclo Kondratieff, y no cabe lugar a dudas, que al fin y al cabo tendrá carácter asiático.

    Según mi opinión lo que hace falta es un desarrollo semejante en los países de suramérica: en el juego mundial económico, las uniones supranacionales son los ganadores y las naciones suelen ser los perdedores.

    Saludos

  3. #3
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    Predeterminado Re: La India

    Algo muy interesante está ocurriendo en La India. Me recuerda la región de México donde vivo. Aunque aqui no existe la pobreza extrema, hay una clase empresarial que produce con la más alta tecnología hortalizas que son exportadas a los Estados Unidos. Luego, reciben sus dólares que gastan en grandes mansiones (beneficiándose la industria de la construcción) y compran autos de lujo que cambian cada año, los que ya usados caen a los del siguiente escalón, por lo que en mi ciudad el parque vehicular es más nuevo que en otros lugares. El personal administrativo, las empresas de servicios, etc., florecen aquí y nadie parece darse cuenta que la base de todo ésto, es una inmensa cantidad de gentes que son quienes siembran, cuidan, cosechan, seleccionan y empacan los productos para su venta al extranjero. El salario de éstas personas es 25 veces menor que un obrero agrícola de Estados Unidos y aquí hay gente que se ufana de nuestros inteligentes y emprendedores agricultores. Se dice que la India posee el llamado bono demográfico, algo así como ocurre en China, pero en fin, es mejor que progresen, algún día les tocará algo a los de abajo.

    En su viaje a la India, Andrés Oppenheimer nos cuenta en otra entrega, sobre su viaje a Bangalore, que mencionas en tu comentario.

    BANGALORE, India.- Su rápida transformación de pueblo agrícola en el centro de informática más popular del mundo simboliza todas las cosas buenas que está haciendo este país, y todo lo que muchos países latinoamericanos no están logrando hacer.

    Hay mil 850 compañías de informática en esta ciudad de 5 millones y medio de habitantes, incluyendo la crema y nata de las principales firmas de computación del mundo. Juntas, emplean a 450 mil ingenieros jóvenes, quienes son responsables de la mayor parte de los 23 mil millones de dólares anuales de India en ingresos provenientes de la informática.

    Bienvenidos a la era de la economía de la información, donde un programa de software computacional desarrollado aquí vale mucho más en los mercados internacionales que toneladas de materias primas. El apoyo técnico de India y sus industrias de software crecen tan rápido que las autoridades esperan que sus ingresos se tripliquen a 60 mil millones de dólares durante los siguientes dos años.

    India está sacando provecho de su enorme cosecha de egresados universitarios jóvenes bien preparados, en especial los 330 mil ingenieros que se gradúan cada año de universidades indias, para vender software de bajo costo por todo el mundo.

    En el extremo inferior, compañías de software de Bangalore dan servicio a firmas de computación pequeñas y medianas, tales como PC Depot Inc., de Miami.

    "Cuando mi mejor hombre en software, quien ganaba 60 dólares la hora, me pidió un aumento a 100 dólares la hora, puse un anuncio en internet en busca de alguien que pudiera hacer el trabajo por menos", dice Carlos M. Valdes, presidente de PC Depot. "Conseguí dos compañías indias, que me cobran 6 dólares la hora, y hacen un trabajo bastante decente".

    En el extremo superior, multinacionales con sede en Bangalore, tales como Infosys y I-flex, que emplean 17 mil y 8 mil profesionistas jóvenes en sus oficinas generales ahí, respectivamente, venden soluciones de software a los fabricantes automotrices, aerolíneas y bancos más grandes del mundo.

    Cuando llegué aquí, me impactaron los contrastes de la ciudad: literalmente junto a los modernos edificios de vidrio de Infosys y Hewlett Packard, uno ve algunos de los barrios más pobres sobre la Tierra, con gente que camina descalza, bueyes que vagan por las calles y pordioseros por todos lados.

    Pero lo que algunas personas externas ven como un efecto secundario negativo de la globalización, la mayoría de los indios, incluso el Gobierno centro-izquierdista del Primer Ministro Manmohan Singh, lo ven como la salvación de India. La boyante industria de la informática se ha convertido en el dinamo de la economía, y ha ayudado a cuadruplicar el tamaño de la clase media del país -sacando de la pobreza a más de 100 millones de personas- durante los últimos 20 años.

    Los ingenieros jóvenes contratados por las compañías multinacionales que se están estableciendo en Bangalore ganan el equivalente de 3 mil dólares al año, tres veces más que los médicos.

    En India, eso constituye un salario alto, lo que permite que las generaciones jóvenes de profesionistas compren autos, paguen préstamos hipotecarios, gasten en diversión y ahorren. Y gracias al auge de la informática, el Gobierno ha podido elevar la recaudación de impuestos y empezar a construir las carreteras y hospitales que tanto se necesitan.

    ¿Cómo se transformó Bangalore de un pueblo agrícola en lo que es hoy?, le pregunté a M.N. Vidyashankar, secretario de informática del estado de Karnataka. No fueron los incentivos gubernamentales a las compañías extranjeras, que eran -y aún son- mínimos, respondió.

    "Tuvimos gobernantes ilustrados es este estado a principios del siglo 20, quienes se dieron cuenta de que puesto que no teníamos muchos recursos naturales, teníamos que invertir en educación", me dijo.

    Y funcionó. Cuando comenzó el impulso a la educación a principios del siglo 20, este estado era uno de los más pobres de India, muy por debajo del estado de Behar, o Uttar Pradesh, que eran ricos en mineral de hierro, bauxita y otros recursos naturales.

    Hoy, Karnataka es el cuarto más rico de los 35 estados de India en ingresos per cápita, muy por encima de Behar y Uttar Pradesh, que han caído cerca del fondo.

    "Ahora estamos cosechando los beneficios de esos reyes que difundieron una cultura del conocimiento", dijo Vidyashankar. "Hoy, los líderes extranjeros vienen a Bangalore antes de visitar Nueva Delhi".

    Mi conclusión: la historia de éxito de Bangalore debe ser enseñada en todas las escuelas de América Latina, donde la mayoría de los países depende de los recursos naturales para obtener el grueso de sus ingresos, y donde se pone poca atención a la creación de una mano de obra altamente calificada.

    En la economía del siglo 21, los recursos naturales pueden ser una receta para la complacencia y la falta de desarrollo, mientras que las mentes educadas representan un pasaporte a la prosperidad.

  4. #4
    Forero Experto
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    Predeterminado Re: La India

    Más de La India:

    Cinco lecciones de la India


    Por Andrés Oppenheimer Durante mi visita de dos semanas a India, le hice a varios altos funcionarios la misma pregunta: ¿Qué esta haciendo la India para crecer casi dos veces mas rápidamente que América Latina, y estar reduciendo la pobreza mucho más que los países latinoamericanos?. Muchos países latinoamericanos harían bien en seguir algunos ejemplos de India. Por ejemplo, en materia informática

    NUEVA DELHI.- Las respuestas que recibí fueron sorprendentemente francas, y acertadas.

    Antes de entrar en detalles, recordemos que la economía de India ha estado creciendo a un ritmo constante durante los últimos 15 años, alcanzando tasas de crecimiento anual del 8 por ciento en los últimos dos años. En comparación, América Latina ha crecido alrededor del 4.5 por ciento en los últimos dos años.

    Y también dejemos en claro que en India hay cosas que pocos querríamos emular en América Latina, como el sistema de castas -que aunque prohibido por las leyes, sigue vigente- su costumbre generalizada de realizar "matrimonios arreglados" por los padres, o los reportes de 10 millones de abortos de mujeres en las últimas dos décadas por parte de padres que sólo quieren tener hijos varones.

    Sin embargo, hay varias lecciones que América Latina podría extraer del rápido desarrollo de India, que ha ayudado al país a cuadruplicar su clase media y a sacar de la pobreza a más de 100 millones de personas en las últimas dos décadas.

    Primera lección: la continuidad rinde frutos. A diferencia de muchos países latinoamericanos que cambian sus políticas económicas con cada nuevo gobierno, India ha mantenido el rumbo de sus reformas económicas.

    Desde 1991, India ha abierto la mayoría de los sectores de su economía -incluyendo aerolíneas, ferrocarriles y compañías telefónicas- al sector privado, sin generar grandes resistencias.

    Aunque India es una democracia ruidosa, existe un consenso general de que la estabilidad genera inversión, y que no hay crecimiento sin inversión.

    Hasta los comunistas de India se han vuelto promotores de las inversiones. Este mes, el gobierno comunista del estado de Bengala Occidental acaparó los titulares al otorgarle tierras rurales a la multinacional Tata Motors para que construya una planta automotriz, pese a violentas protestas por parte de agricultores y campesinos locales.

    Segunda lección: hay más de una manera de privatizar. A diferencia de lo que ocurrió en varios países latinoamericanos, que vendieron grandes monopolios estatales a inversionistas privados, India ha permitido sobrevivir a varias empresas estatales, pero las ha obligado a competir con nuevas firmas privadas. Eso ayudó a reducir la oposición social a las privatizaciones.

    "Hace 10 años, las telecomunicaciones eran un monopolio del estado", me comentó Montek Singh Ahluwalia, el ministro de planificación de India. "No privatizamos todo el sistema de telecomunicaciones estatal, como lo hizo Brasil, sino que abrimos el sector a empresas privadas. Les permitimos participar, cosa que antes no podían hacer".

    Tercera lección: el gradualismo rinde frutos. A diferencia de lo que hicieron muchos países latinoamericanos, que privatizaron las empresas estatales de la noche a la mañana, India abrió su economía gradualmente, en el transcurso de los últimos 15 años.

    Cuarta lección: invertir en la educación da resultados. Gran parte del actual crecimiento económico de India se debe a la próspera industria informática del país, que genera ingresos de 23 mil millones de dólares al año. Las compañías multinacionales más grandes del mundo han establecido sus centros de software en Bangalore y en Hyderabad.

    Acuden ahí para aprovechar la producción de más de 300 mil ingenieros al año en la India, que ofrecen sus servicios por sueldos mucho más bajos que en los países industrializados.

    Tomando como punto de partida el legado educativo del imperio británico, la India recién independizada creó, en 1951, el Instituto Tecnológico de la India, una universidad estatal con estándares de admisión más estrictos que los de Harvard (tiene 130 candidatos para cada puesto de alumno, contra 10 candidatos por alumno en Harvard).

    Quinta lección: la meritocracia tiene sus méritos. Mientras que la educación en India es en gran parte gratuita, el país estableció un sistema escolar meritocrático, en el que los estudiantes tienen que aprobar rigurosos exámenes de ingreso y egreso de la preparatoria, cuyas calificaciones determinan a qué universidad pueden asistir.

    La competencia empieza en el kinder: tanto, que la Suprema Corte tuvo que intervenir recientemente para poner un alto a los exámenes de kinder para los niños y las entrevistas a los padres. La corte dictaminó que los exámenes de admisión al kinder ponían demasiado estrés sobre los niños a una edad demasiado temprana.

    Mi opinión: muchos países latinoamericanos harían bien en seguir algunos ejemplos de India. En la economía de la información del siglo 21, en que las exportaciones de software y otros productos del intelecto se cotizan mucho más que las materias primas, las políticas económicas estables, el gradualismo y un sistema educativo basado en la competencia han demostrado ser efectivos para elevar los estándares de vida del país. "

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