Entre tus pasiones y sus sensaciones,
Trozos del cariño que me da o una ilusión que sigue viva aunque va muriendo por estar sin ti
Entre caníbales que quieren comer mi carne y no conformes con ello devorar mi espíritu,
Condenándome a llevar el peso de una infidelidad inducida y a morir de amor por ellas;
Quedo extático imaginando posibilidades mientras el tiempo pasa, y estoy solo como siempre.
Entre espadas, buscando una pared que me detenga y me obligue a pelear.
Quiero ser tuyo, pero el infierno se hace frío si tienes calor
Y te arrepientes solo si fallas, pues no se puede volver atrás
Cuando estas en el principio y no has comenzado.
Debo ser franco y admitir que no estoy cuerdo, pero que el paso de la
Sobriez me dejo amarga la garganta y la distancia me hizo frágil,
Tanto que aun me pregunto como llegue hasta aquí.
Pero no estoy solo, sólo estoy mal acompañado, y me es suficiente mientras
El reloj deja de jugar con mis ilusiones y te trae de vuelta,
Mientras ella me aturde con su dulzura y me deja en un extraño letargo que
Me hace pensar poco en todo, mucho en nada y, talvez algo en ti.
Entre la exquisita miseria y la absoluta abundancia me dejas,
Pues aunque tenga todo tú estas lejos y ella cerca,
Tú condenas y ella acepta ser la extraña frente a ti.
Y he de ser un fugitivo poseído por su fuerza,
Tener sus besos furtivos y mi sangre entre sus labios,
Mientras jadeo de cansancio, entre tanto y tanto sexo;
Pasiones prohibidas, veladas cohibidas que terminan en destape
Y secretos descubiertos, misterios ocultos desvelados y sombríos, increíbles...
Toda ella esta conmigo aunque yo te quiera a ti... me posee, soy suyo y ya es inevitable.
Lo siento... es tarde.
Adiós.
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