Tus ojos como el ocaso
causan hipnosis a mi alma.
Es como si todo mi ser quiere
apoderarse de ellos.
Tus labios despiertan un apetito en mi
el cual no se sacia,
a menos que los poses en mi escencia.
El compás de tus pechos al caminar
me recuerdan lo perfecto de tu existencia
¿Acaso sabe Dios que creó cosa tan bella?
Yo creo que eres un ángel
y él te dejo pasar
de la inmortalidad del paraíso
a mi deseo carnal.
Lo lamentable es que no es solo tu cuerpo
lo que me hace vibrar.
Pero cuando me quedo perplejo
es cuando no te dejo de mirar.
Es seguro que no es sentimiento,
aun;
a ver cuando se convierte en algo mejor.
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