¿Si Jehová creó el sexo, porque le declaró “inmundo”?
Jehová creó el hombre con todo su sistema reproductor, pero declaró inmundo el semen de la procreación, o sea, el esperma. Todo que tocara en el semen quedaría inmunda hasta la noche, como dice Levíticos 15:16-18.
Jehová creó también la mujer con todo su sistema reproductor, pero declaró inmundo la sangre de la menstruación y todo lo que en ella tocara (Levíticos 15:19 a 23).
La mujer solamente era considerada “limpia” siete días después de la menstruación, siendo que en el octavo día, debería ofrecer sacrificios de animales para expiación por la culpa de su contaminación ginecológica (Levíticos 15:29).
Después de un nacimiento, la madre era considerada impura hasta 33 días tras del parto si fuera hijo y 66 días si fuera hija (Levíticos 12:2 a 5).
En Levíticos 12:8 fueran establecidos los sacrificios necesarios para expiar el “pecado” de la inmundicia del recién-nacido y su madre. Hasta mismo Maria presentó eses sacrificios después que Jesús nació (Lucas 2:24).
Es bien extraño ese comportamiento tan contrario de Jehová con respecto al sexo y a la procreación, pues fue él mismo que ordenó al pareja “fructificad y multiplicaos” en Génesis 1:28.
Jehová mató Onán por cuanto él vertía el semen en tierra, para no engendrar un hijo en nombre de su fallecido hermano, como decía la ley del levirato de Deuteronomio 25:5 (Génesis 38: 8-10).
Sin embargo, Jehová sancionó la prostitución que había prohibido en Levíticos 21:7 y 8, 12-15, al ordenar al profeta Oseas que se casase con una prostituta (Oseas 1:2 y 3).
Oswaldo
Marcadores