La meta del budismo es el nirvana, palabra que significa la “extinción” de los fuegos de todos los deseos y la absorción del yo en el infinito.
La doctrina de Buda se resume en las Cuatro Verdades Nobles, que son:
1) Toda la existencia es insatisfactoria
2) Las insatisfacciones están causadas por el deseo de algo permanente, cuando en el mundo no existe la permanencia
3) Es posible conseguir el cese de las insatisfacciones, el nirvana
4) El nirvana puede alcanzarse siguiendo los Ocho Pasos
(De “Las Grandes Religiones” Editorial Océano)
Se ha dicho del budismo que es una religión pesimista, por cuanto supone que la “existencia es insatisfactoria”, algo distinto a lo que expresa el Antiguo Testamento, en donde dice, en el Génesis, “…y vio que era bueno” (refiriéndose a la creación del mundo).
Además de las posturas pesimistas y optimistas, tenemos actitudes que sugieren la acción mientras que otras son puramente contemplativas. El cristianismo propone una acción ética definida mientras que otras religiones, o posturas filosóficas, proponen adaptarnos a las leyes de la naturaleza, pero sin adoptar acciones definidas.
Baruch de Spinoza propone contemplativamente el amor intelectual a Dios, suponiendo cierto determinismo básico del cual no es posible escapar. Por el contrario, el cristianismo propone una acción ética dentro del marco del propio orden natural, en el cual se acepta la voluntad del Creador a través de cierto sentido de la vida que, incluso, puede encontrarse en las leyes que gobiernan todo lo existente.
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