Parte I
Bioética del rechazo de sangre por parte de los Testigos de Jehová: Parte 1. ¿Debería la deliberación bioética, considerar los puntos de vista de los disidentes?
Osamu Muramoto, Portland, Oregon
RESUMEN:
[size=3]El rechazo a las transfusiones de sangre por parte de los Testigos de Jehová (TJ), ha ganado recientemente apoyo en la comunidad médica debido a la popularidad creciente de los tratamientos ‘sin sangre’. Muchos médicos, particularmente los llamados “doctores colaboradores” están estableciendo una relación más cercana con esta organización religiosa. De otra parte, se conoce muy poco en cuanto a que esta doctrina sobre la sangre está siendo criticada fuertemente por miembros actuales y anteriores de los Testigos de Jehová, quienes han expresado un disentimiento concienzudo de la organización. Sus argumentos revelan prácticas religiosas que están en conflicto con los parámetros éticos de los médicos. Ellos también sugieren que cierto segmento de Testigos de Jehová “normales” u ortodoxos pueden tener actitudes diferentes hacia la doctrina de la sangre. El autor considera estos puntos de vista, y argumenta que existen grietas éticas en la doctrina de la sangre, y que la comunidad médica debe reconsiderar su disposición colaboradora. La asunción normal por parte del médico en cuanto a que los Testigos de Jehová actúan de manera autónoma y uniforme es seriamente cuestionada.
(Journal of Medical Ethics, 1998; 24:223-230)
Palabras claves: Religión; Testigos de Jehová; Transfusiones de sangre; ética médica; relación médico-paciente; consentimiento informado.[/size]
1. Introducción
El rechazo de los Testigos de Jehová (de aquí en adelante TJ) a tratamientos médicos y quirúrgicos que utilicen sangre es ampliamente conocido en la comunidad médica. Ellos han recibido apoyo de médicos que aceptan el desafío del tratamiento “sin sangre”,[size=2]1 al menos en lo que se refiere a casos que involucran a personas adultas. Por ejemplo, el artículo del The American Journal of Surgery2 sobre Políticas para la práctica de transfusiones de células rojas en cirugías, recomienda como “política 1” “aceptar la limitación en cuanto a que no puede utilizarse sangre alógena”. Esta política recomienda la asistencia para la toma de decisiones de los miembros TJ locales de Comités de Enlace nombrados por la organización eclesiástica (Watch Tower Bible and Tract Society, de aquí en adelante WTS). La mayoría de la literatura médica describe el rechazo de los TJ a los productos sanguíneos como definitivo, absoluto y consistente. Muchas cortes han decidido que la regla directiva de los TJ en cuanto a no recibir productos sanguíneos debe ser acatada, aún al costo de la pérdida de vida del paciente. De otra parte, las decisiones médicas y judiciales rara vez toman en consideración cómo se desarrolló la doctrina, o como se obliga en la comunidad de los TJ. [/size]
Ciertas prácticas poco conocidas de los TJ con referencia a la sangre son moralmente cuestionables y pueden requerir que la comunidad médica reevalúe su apoyo a esta doctrina. La religión de los TJ ha estado recientemente bajo fuerte crítica por reformistas y anteriores miembros, que incluyen un oficial de alto rango (miembro del cuerpo Gobernante) quienes han escrito dos libros en donde se detalla la historia, prácticas religiosas y conflictos internos[size=2]3 4, y que revelan por primera vez los trabajos internos y secretos de ésta religión. El efecto de las políticas y decisiones en los miembros comunes de la religion se establece en los escritos de otros miembros anteriores.5-7 Otro desarrollo importante proviene del fácil acceso a Internet que ha permitido a miembros actuales y anteriores de los TJ “salir del closet” y hacer oír sus opiniones sin temor a represalias.8-10 Los TJ han sido desanimados fuertemente en cuanto a discutir asuntos críticos de su religión con gente de fuera de su organización, particularmente con miembros anteriores, y pueden ser “expulsados” (excomulgados) por hacerlo. Sin embargo, generalmente la comunidad médica no está al tanto de esto. [/size]Por consiguiente, surgen las siguientes preguntas con carácter serio. ¿Debería el médico continuar acomodándose a los requerimientos de los pacientes TJ en cuanto a tratamiento sin sangre, basados solamente en la posición “oficial” de la WTS, sin tener en cuenta los puntos de vista de los reformistas y disidentes, y las preguntas subsecuentes? ¿Cómo podemos evitar el comprometer nuestro propio sentido de la ética, cuando sabemos que prácticas antiéticas comprometen la autonomía individual de los pacientes TJ? En la parte 1, revisaré las perspectivas provistas por los disidentes, y discutiré el impacto potencial sobre los profesionales médicos.
Marcadores