La aspiración es un hecho fonético, naturalmente, pero tiene valor fonológico, tiene valor distintivo, o sea, que sirve para diferenciar fonemas. Por ejemplo, en el nombre del dios "Khrónos" (Crono-Saturno) y "krónos" (tiempo) o en "pónos" (fatiga, esfuerzo) y "phónos" (muerte).
La aspiración de las vocales (espíritu áspero) sirve también para diferenciar algunas palabras, pero realmente son muy pocas. Por ejemplo, en la cita de Juan que pusiste, si no tenemos en cuenta ni espíritu ni acento, "en" puede ser dos palabras, "uno" (neutro: ἕν ) y "en" (preposicición· ἐν).; si tampoco tenemos en cuenta la cantidad, hay otras dos palabras, "era" (del verbo ser: ἦν) y "a la que" (pronombre relativo: ἥν). [Si en lugar de letras se ven cuadritos, es porque la fuente en que se reproduce no tiene definidos los caracteres griegos unicode. Una solución, a veces, es copiar el texto de "cuadritos" en doc con fuente palatino linotipe o lucida sans unicode].
En resumen, en el sistema de la lengua la aspiración es un rasgo distintivo o fonológico, pero dado que las palabras que se diferencian sólo por el espíritu son tan pocas, se puede considerar el espíritu un rasgo solamente fonético, es decir, algo que no aporta nada a la lengua desde el punto de vista de la formación de palabras. El acento tiene mayor incidencia.
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