Jugando ayer desnudo por la arena
mi niñez poco a poco vi pasar,
se me escapó sin darme cuenta apenas,
soñando con volar.

Irme jugando con el viento,
caer sobre el agua un momento.
Crecí soñando, cerca del mar,
junto a las rocas,
un día aprendí a volar,
aprendí a volar
como mis gaviotas.

Y me fui lejos de allí
aquel día,
sin mirar atrás creí
que jamás volvería.

Me encontré un cardo, una flor,
un sueño, un amor, una tristeza,
me fui solo y luego fuimos dos,
un beso, un adiós y todo empieza.

Otra canción, otra ilusión, otras cosas,
y harto ya de andar
hoy volví a buscar
mis gaviotas.

Y no las vi, ellas también se fueron
de aquel rincón que nos unió una vez,
me quedé solo, escarbando en el suelo,
buscando mi niñez.

Ellas no ha de volver jamás,
ellas la dejaron atrás,
bajo la arena, cerca del mar,
junto a unas rocas
que no saben volar,
que no saben volar
como mis gaviotas.

Y me voy más triste hoy
que aquel día,
que sin mirar atrás
creí que jamás volvería.

J.M. SERRAT