Es muy común que el "creyente" (en un Dios que actúa a pedido de los seguidores) vea como un ateo a los que no comparten su postura filosófica.
Creen que es un mérito adherir a la postura que supone la existencia de un Dios que está fuera del mundo. Miran con desprecio a todo el que no comparte su postura.
El mérito ético consiste en cumplir con los mandamientos. El amor al prójimo es bastante difícil de cumplir, de ahí que el creyente se siente superior a los demás sólo por adherir a una creencia oficializada por parte de la Iglesia Católica, o alguna otra Iglesia. Por el contrario, para el "no creyente" el mérito ético depende de la acción, no de la creencia.
Personalmente, me siento bastante asqueado de la gente soberbia e hipócrita que me mira como si yo fuese una basura por tener una postura deísta (similar a la de Spinoza o la de Einstein). De ahí que la palabra "católico" no me trae el recuerdo de una persona virtuosa, sino de alguien soberbio, despectivo, hipócrita, etc.
He nacido en una familia católica, pero cada vez me siento menos identificado a medida que voy conociendo tanta gente despectiva. Por algo Benedicto XVI dijo que la Iglesia "está llena de soberbia y porquería".
Los que mataron a Cristo no fueron los ateos, sino los "creyentes" (religiosos), mientras que los que están matando a su religión tampoco son los ateos, sino los soberbios que se colocan el disfraz de cristianos.
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