Fox y Chávez se traen un pleito personal absurdo y basado en su sobervia. Pero hoy vemos que Chávez tuvo razón al llamarlo cachorro del imperialismo. En cualquier parte del mundo la militarización de una frontera se considera un acto hostil o poco amistoso y se responde con reciprocidad, pero Fox, el cachorrito se agacha y acepta y al parecer no va a responder ni con una leve nota diplomática.
¡Y todavía faltan 7 meses para que se largue!
Marcadores