Una religión para todos
Existen muchas definiciones de la religión. La palabra religión viene asociada a unir a los adeptos, mientras que la mayoría de las religiones, o grandes religiones, crean conflictos y divisiones antes que unir a los hombres. De ahí que funcionan como pseudoreligiones.
Incluso sus mensajes casi siempre van dirigidos a un sector de la humanidad, promoviendo la división mencionada. Como muchas de estas religiones son, supuestamente, de origen divino, y no humano, adoptan posturas ferreas e intrasigentes, que impiden el entedimiento entre los pueblos.
Lord Morley en alguna parte afirmó: "La gran tarea de la ciencia es construir una religión universal". Justamente, la ciencia se caracteriza por estudiar las leyes naturales, que son las leyes de Dios. Acepta su origen humano y su validez alcanza a todos los hombres. Lo que un hombre puede saber, todos pueden saberlo. De ahí que la ciencia tiene las características de una religión universal. (La ciencia, en este caso, se refiere principalmente a las ramas humanísticas: psicología, sociología, antropología, etc).
Nótese que, en caso de establecerse una ética natural, lograda dentro del marco de la ciencia, ello no implica el reemplazo de todo tipo de religión previa, sino que ha de permitir una mejor interpretación de los libros sagrados e incluso una revalidación de la misma;siempre y cuando esté vinculada a la ley natural. Si no lo está, ha de ser una pseudoreligión.
La religión actual tiende a ser completamente subjetiva. Incluso se considera más meritorio adoptar una postura filosófica determinada (teísmo) que cumplir con los mandamientos sugeridos.
Iniciado por Melquisedec
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