DE LA MUERTE Y EL AMOR

La muerte y el amor en poco o nada se distinguen: la muerte carece de ojos, y ciego es el amor. Ambos duelen, y ninguno ante lágrimas o ruegos se conmueve; uno y otro desprecia riquezas inmensas. Quien muere palidece, y palidece asimismo el triste enamorado; tristemente llora el que muere, tristemente llora el que ama. La muerte nunca muere, sin fin vive Cupido; dardos maneja la muerte y dardos el amor maneja. Sólo en esto tienen diferencia: la muerte perdona al Olimpo, mientras que el hijo de Venus hizo de Júpiter un ave.

JAIME JUAN FALCO Y SEGURA