Te regalo el sol, para que no se te nuble la vida, y un puñado de mañanas, para que los ojos se te despierten con ganas de verme.
Te regalo mis noches de maquillaje y tacón, y las de pijama y pantuflas.
Te regalo todos mis relojes, sin pilas que los hagan funcionar, y así poder hacer de un instante algo eterno.
Te regalo mis comidas incomibles, y mi respiración al dormir. Te regalo mis gafas para ver de lejos, por si me pierdo y necesitas encontrarme en la lejanía.
Te regalo mis horquillas por si tienes que amarrarte los impulsos de desaparecer.
Te regalo mis cosas importantes, y tú respuesta es un adiós en cada esquina.
Quizás es que no mereces la pena...
Besos;
Idem
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