Resultados 1 al 2 de 2

Tema: Personaje Virtual

  1. #1
    Forero Experto
    Fecha de ingreso
    04 jul, 04
    Mensajes
    1,761

    Predeterminado Personaje Virtual

    Personaje Virtual

    Por: Tony

    Frank, experto en Colapso Virtual de Partículas Subatómicas del Centro de Investigaciones Avanzadas de la Universidad de Santa Clara en el sur de Nuevo México sintió un escalofrío. Cada vez que una de sus hijas hablaba de esa manera sabía que venía algo gordo.
    -Papá, tengo que hablar contigo.
    -Dime hija.
    Se sentaron en los sillones color verde oscuro de la sala, donde en esos momentos debería estar viendo su rutinario programa de noticias. La hija no se decidía a hablar. Por fin empezó:
    -Hace un par de días a mi amiga Norma le enviaron un programa, ayer me invitó a verlo y me dejó muy asustada.
    -¿Cómo?
    -Si, es un programa de computadora al que le haces preguntas y te contesta lo que quieras saber.
    Frank no entendía.
    -¿Y?...
    -Es que... quien contesta, se supone que... no se como decirte. Bueno, tu pones preguntas que nadie más puede saber, muy personales y luego te contestan , lo que te dicen es cierto y no se como le hace. Ya me dio miedo.
    -Sigo sin entender. Es un programa de computadora, lo instalas, preguntas, te responde, ¿y?, ¿cuál es el truco?
    -Por eso tengo miedo. Se supone que te contesta el diablo.
    -¿Quién?
    -El diablo creo, y otros ángeles desterrados por Dios.
    -Bueno, ya se está modernizando la cosa. ¿Y como funciona esto?
    -Norma me quemó una copia del programa, lo instalas y el programa se conecta por la red. Haces la preguntas que quieras y te contesta, así como en el msn, aparece una ventana y ahí escribes lo que quieres saber.
    -¿Tienes el disco aquí?
    -Si.
    -Déjalo a un lado de la computadora, mañana te digo si pude contactar con el demonio o con uno de sus secuaces.
    -No bromees papá, me dio miedo que contestó cosas que nadie tenía porqué saberlas. Le hice dos preguntas y mejor le puse pausa para comentartelo.
    -¿Le preguntaste el número del primer lugar de la lotería?
    -No se me ocurrió.
    -Lástima.
    Un par de horas después el sol se había ocultado, sentado ante la pantalla plana recordó la conversación. Buscó el CD y lo insertó en el lector "Blue Eye II", casi inmediatamente apareció el aviso; “Programa sujeto a restricciones de edad. No debe utilizarse si en estos momentos cursa por depresión aguda, ansiedad endógena o acidia agudizada”. Oprimió enter. Inició la imagen de un ave que simulaba volar entre nubes, fue descendiendo hasta posarse en la rama de un árbol y apareció el siguiente letrero; “Bienvenido al Juego del Conocimiento Total, contestaré lo que tu desees, siempre y cuando con explícito consentimiento de tu voluntad aceptes que cada respuesta verdadera significará el desprendimiento de una parte de tu Alma”. Frank sonrió y se acomodó. Empezó a teclear:
    -¿Qué por ciento de mi Alma significará cada pregunta?
    -El uno por ciento. Te queda noventa y nueve por ciento.
    -No. Dijiste con pleno consentimiento y la anterior no ha sido así. Todavía no acepto el juego, solo aclaro las reglas.
    -Bien. Concedido. Mantienes el cien por ciento.
    -¿Quién me contesta?, ¿un ente virtual, tipo simulador algorítmico del MIT o uno dotado de conciencia y voluntad por si mismo?
    -¿Has aceptado el juego?
    -Si
    -Un ente dotado de conciencia y voluntad por si mismo. Noventa y nueve.
    -¿Un humano?
    -No, un humano no tiene ni conciencia ni voluntad por si mismo, solamente las disfruta como un obsequio, pero no es origen de ninguna de las dos. Yo en cambio soy otro como Él, con voluntad y conciencia no atadas al tiempo, al espacio o a cualquier otra dimensión. Noventa y ocho.
    -¿Eres entonces el Mal?, ¿el Demonio?.
    -Son dos preguntas, en atención al rigor te doy la oportunidad de volverlas a hacer o es***** una.
    -¿Eres el Demonio?
    -No en sentido antropomórfico. No tengo una forma específica, aunque en ocasiones me gusta asustar a algún idiota por ahí. Utilizando el leguaje que en tu profesión utilizas sería más bien energía centrífuga, el que desune, en contraposición a Él, al que conocen por Dios, que sería centrípeta, el que une. Noventa y siete.
    -¿Eres también el Mal?
    -La esencia del Mal, aquella que por medio del dolor, del placer, o por el camino que fuera necesario lleve a mi propósito último. Noventa y seis.
    -¿Cuál es tu propósito último?
    -El que nada sea lo que yo soy, ni lo que no soy. El despojar a lo que yo no soy de su existencia. Ser el único que soy y seré por siempre. Noventa y cinco.
    -¿Y el propósito de Dios?
    -El tiene conciencia y voluntad aparte, a partir de ahí concluyo que solo Él puede tener claro su propósito último. Pero abundo; siendo mi contraparte, considero que desea lograr la existencia infinita de otros como Él. Noventa y cuatro.
    -Esa no fue una respuesta verdadera, no estás seguro de ella, solo es una suposición.
    -Concedido. Tienes noventa y cinco todavía.
    -¿Entonces no conoces ni tienes manera de conocer el propósito último de Dios?
    -No. Esta si fue una respuesta verdadera. Noventa y cuatro.
    -¿Y el si conoce tu propósito último?
    -¡Claro que lo sabe!, ¡se lo he dicho y repetido mil veces!... Perdón, quiero decir que si... si la sabe. Noventa y tres.
    -Noto algo de impaciencia en la última respuesta, ¿porqué esto?
    -Él es todo paciencia, es todo perdón, es todo compartir, es todo... bueno, yo en cambio soy impaciente, el que no perdona una, el que quiero que termine todo de una buena vez y que además lo sea a mi modo. Noventa y dos.
    -Otra vez estas elucubrando. No conoces su propósito último y sin embargo afirmas lo anterior.
    -No necesito conocer su propósito para saber como actúa. Tiene una eternidad siendo así. Noventa y uno.
    -No pregunté.
    -Concedido. Noventa y dos. Oye, esto está cansado y lento... y es generalmente insatisfactorio. Porqué no preguntas lo normal. Te puedo decir los números exactos del primer premio de la rifa o concurso que quieras, o también que mujer de tu oficina te contestaría afirmativamente, incluso hacerte saber si tus padres te querían de verdad, eso a pesar de haber sido adoptado... ¿porque supongo que ya lo sabías verdad?... que tus padres biológicos no te quisieron... ¡ja!, esto es un regalo, si quieres te contesto con detalles sobre todo ese asuntito.
    -No.
    -¿No?
    -No. Siendo quien eres, entonces tratarás de desviar la conversación a tu propio interés y no al genuino mío.
    -Aceptado, sigue pues tratando inútilmente el tema que no tiene respuestas, porque es claro que el hombre no entiende ni siquiera la pregunta misma. Además es igual, has aceptado iniciar el juego y tu no existencia ha sido prácticamente decidida.
    -Sigo entonces. La duda en general y la duda en tu existencia ha sido de siempre un elemento fundamental para conseguir tus propósitos, contesta esto; ¿porqué entonces mostrarte tan claramente?, ¿porqué despejarla?
    -Precisamente porque la duda ha penetrado tanto, es por lo que me puedo permitir mostrarme de esta manera, sin que el hombre me considere real, así soy solamente un “programa virtual”. Como si viéndome, tocándome u oliéndome fueran pruebas de una realidad real. Noventa y uno.
    -Pero a quienes les has dado pruebas, a esos que les has dado los números premiados, contado secretos personales y familiares terribles, que les has hecho alcanzar fama y poder, a todos esos... ¿han llegado a entender que eres real?, ¿las implicaciones de todo esto?
    -No. La mayoría se ciega con el dinero y con el poder. Dejan de ver cualquier otra cosa que no sea el de proporcionarse placer inmediato. Aún los que no pierden por completo la cordura, lo más que hacen es dudar de que realmente haya sido yo quien les proporcionó la llave de su nueva vida. Nunca aceptan que soy real, ni tampoco que Él es real. No quieren ni pueden ver más de lo que ellos desean. Noventa.
    -Bueno, interesante todo, pero aquí me planto.
    -¿Que?... ¡Que!...
    -Si, hasta aquí llego.
    -¿Pero porqué?... si no has preguntado... ¡oye!, esto no está bien, se supone que...
    -Lo siento, nunca dijiste que tenía que hacer las cien preguntas y la que me interesaba ya la has estado contestando desde hace rato.
    -¿Pero?... ¡Hey!... ¡No!...
    Frank movió el cursor y lo dirigió al icono de “apagar”. La computadora inició su rutina y un momento después la pantalla aparecía negra. Esa noche durmió plácidamente. Por la mañana, con un café en la mano, se acercó a su hija.
    -Examiné tu programa anoche.
    -Mmmm... ¿y?
    -Es falso, ya no lo uses.
    -¿Cómo lo sabes?
    -Es un demonio muy bruto. Respondió la única pregunta que nunca debía contestar... la única por la que los hombres dudamos... que Dios si existe.


    “Dios nos crea ocultándose, porqué si no todo sería Él”
    Simone Weil


    Tomado de: [url]http://aguacercada.blogspot.com/[/url]

  2. #2
    Forero inexperto
    Fecha de ingreso
    15 sep, 05
    Mensajes
    37

    Smile Re: Personaje Virtual

    ¡Que bárbaro!... ¡que bonito cuento!

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •