Advertencia: Si usted no ha estudiado alguna rama de las ciencias íntimamente relacionada con las matemáticas deténgase, no siga leyendo, y si usted va a seguir leyendo porque es ingeniero entonces usted no ha entendido nada.

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Un día un maestro en la preparatoria encuestó a sus alumnos de área uno acerca de aquello que los motivaba a estudiar en el área que eligieron, que contestaran sin miedo, depués condensó las respuestas:

a. "quiero ganar dinero con lo que hago, si no ¿de qué serviría?"
b. "me encantan las matemáticas y quiero aprender más"
c. "soy muy bueno con las matemáticas y me encanta resolver problemas"
d. "me intriga el universo"

El profesor empezó a leer y no pudo dejar de pensar en qué clase de carrera eligirían sus alumnos, empezó a etiquetarlos, se dijo: "obviamente los del tipo (d) van a estudiar física -se rió mucho-, los (a) van a actuaría, sí, no hay duda, o a ingeniería, pero no, ingeniería no, un ingeniero no piensa sólo en eso, aunque si uno no va a hacer algo con lo que estudió ¿qué chiste tiene?, luego se quedó meditabundo, no sabía cómo etiquetar a los (b) y (c), estaba confundido, no sabía a cuál ponerle matematicas y cuál ponerle ingeniería, finalmente creyó que los incisos eran lo mismo, que daba lo mismo etiquetarlos como fuera, se echó a dormir y tuvo delirantes sueños de grandeza"

Depués lo despertó una llamada: "Inge... ¿que pasó? ¿como ha estado?"

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Un ingeniero, un físico y un matemático vivían juntos en un instante universal de tiempo, cada quien tenía su estudio, trabajaba en lo suyo y llevaban una vida armoniosa, pero un día el matemático salió de su estudio eufórico y le dijo al primero que se encontró que había logrado demostrar un nuevo teorema, era el ingeniero, se lo encontró despejando unas fórmulas y haciendo integrales, le contó y el ingeniero le contestó "bueno, ¿y eso de qué me va a servir?", el matemático sabiendo que no tenía una aplicación para lo que hacía el ingeniero entonces fue a buscar al físico para ver si le ponía más atención, pero estaba muy ocupado y frustrado porque no podía relacionar dos fenómenos que había descubierto. Entonces el matemático, muy triste por la falta de entusiasmo decidió pegarse un tiro; los demás se sintieron muy afligidos y decidieron guardar las cosas del matemático porque les caía mu bien, pero el físico advirtió un cuaderno que le pareció interesante, revisó lo que había en él y después de unos días con ayuda del nuevo teorema vio que por fin podría demostrar su nueva teoría, se puso eufórico y corrió con el ingeniero, que para estos momentos estaba escribiendo una opinión desacertada sobre política e historia para un foro en internet, entonces el ingeniero le dijo "oye no me interrumpas, ¿no ves que estoy corrigiendo a estos babosos 'expertos en política' que estudiaron años y no saben nada, no que en cambio yo sé de todo un poco? además ¿a mi para qué me va a servir esto?" entonces el físico demasiado frustrado le pegó un tiro al ingeniero, se cambió de casa y ganó un premio Nobel, de los otros dos, el nombre del matemático quedó como referencia a un nuevo teorema y del ingeniero sólo quedaron sus opiniones en unos periódicos y en unos foros de internet.

Moraleja: La que menos les agrade.

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Un día en una compañía dejaron un proyecto para hacer un programa que resolviera equis problema, se lo encargaron a tres personas diferentes, a uno que había estudiado ciencias de la computación, a un ing. en sistemas, y a un ing. en software, tenían que entregarlo con fecha límite si no serían despedidos, he aqui lo que pasó:

El ing. en sistemas se puso a pensar qué bases de datos usaría, si haría también una interfaz web para consultar vía internet al programa y si también habría que hacer un plug-in para trabajar desde excel, y finalmente ¿quién le programaría todo lo que ya había pensado? ya estaba haciendo los diagramas en la computadora de cómo iba a ser la estructura del sistema multifuncional que había diseñado y sorpresivamente se acordó que tenía que hacer el algoritmo para el programa, pero decidió mejor dejárselo al que le fuera a pagar para que programara todo.

El ing. en sofware diseñó un algoritmo para el problema, y empezó a programarlo, aunque se encontró con que el programa era lentísimo y ni siquiera después de horas de proceso daba resultados, así que pidió más recursos a la compañía para correr su programa, pero de todos modos era casi igual de lento, entonces rehizo todo el programa con otro algoritmo y lo mismo.

El c. de la computación empezó a hacer su algoritmo, pero demostró que era un algoritmo intratable así que buscó otro algoritmo, que seguía siendo intratable, entonces siguió y siguió pensando en otro algoritmo, pero todos eran muy complejos así que se rindió, sabía que nunca se podría resolver, prendió la computadora y le mandó el problema a la comunidad científica para que se introdujera dentro de los problemas NP.

Al final, el director del proyecto escuchó lo siguiente, el ing. en sistemas le explicó cómo iba a estar integrado el programa en todas las capas de la compañía y cómo el usuario doméstico también tendría posibilidad de participación, aunque todavía no había hecho el programa, pero sería una cosa maravillosa ese proyecto, el ing. en software seguía diciéndole que si tuvieran más recursos en cómputo el programa funcionaría perfecto, el científico de la computación decidió abandonar la empresa antes, se integró a la comunidad científica y se dedicó a investigar cómo las redes neuronales podrían resolver problemas de ese tipo.

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Un día le dejaron un problema a un físico, un matemático y un ingeniero, el problema era muy nuevo y se necesitaba la solución rápido.

El físico, al verlo, se dio cuenta que nada tenía que ver con la física, pero de todos modos lo intentó, y no logró resolverlo, y ya no le dio más importancia.

El ingeniero, cuando vio el problema empezó de inmediato a sacar ecuaciones diferenciales, a sacar integrales y a usar su calculadora como loco, y aunque no lograba encontrar la solución sabía que podía hacerlo, pues era ingeniero y ningún ingeniero que se precie de serlo abandona un problema.

El matemático lo leyó, se sentó, lo pensó un rato, se dio cuenta que no tenía solución, pero no podía estar seguro hasta demostrarlo, entonces lo demostró suponiendo que sí tenía solución, llegó a una contradicción, se tomó un café y siguió tratando otras cosas.

Las respuestas que enviaron fueron: físico,"no encontré la solución"; ingeniero, "el problema está mal planteado, si lo plantea bien, de esta forma... entonces la solución es ésta"; el matemático olvidó responder, estaba absorto en otra cosa ahora.

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¿Qué pensarían al ver un terrible accidente automovilístico?

Un Actuario: "Espero que no haya estado asegurado el carro y la vida de esas personas, la compañía va a perder dinero"

Un Ingeniero: "Eso pasa porque el gobierno... (30 minutos de monólogo acerca de porqué un ingeniero hace mejores propuestas políticas y economicas que los especialistas)"

Un Físico: "Por lo visto en la cara de los pobres, el carro debió liberar ... kilojules, por lo tanto debió ir a una velocidad de... "

Matemático: Estaba en el carro que chocó al otro, iba demasiado distraido pensando en un teorema.

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El uso que hacen de las cifras:

Un Contador: Las suma y las resta, las suma y las resta... Aunque su sueldo sólo conoce la suma.

Un Ingeniero: A todo problema le busca una solución una cifra, y si no tiene cifras ese problema entonces dice que no vale la pena, es para loquitos ociosos.

Un Físico: La cifra es el último recurso, sólo en la extrema necesidad de que algun ingeniero te pida un resultado.

Un Actuario: Les aplica todas las operaciones conocidas, se marea a la gente con ellas, y su sueldo debe tener grandes cifras.

Un Matemático: Las cifras pertenecen al conjunto de los números, hay deficiones de cómo construirlas, de ahí en fuera no sirven para nada.


** Que conste que hacer generalizaciones de esto es un error de lógica (cada caso es individual y concreto) y si insisten entonces no leyeron la advertencia.