Iniciado por
Emeric
Ya saben que como biblista ateo que soy, no tengo nada de supersticioso.
Pero les voy a contar lo que me ocurrió en el 1989. Les certifico que todo lo que les voy a contar me ocurrió exactamente como lo van a leer.
Estaba yo dando clases de francés a un grupo de estudiantes extranjeros de la Universidad de Verano en una ciudad del sur de Francia. Era en el mes de julio.
Como tenía dos horas de clase con el grupo de la tarde (entre las 4 y las 6), hacíamos una pausa de 10 minutos a las 5 de la tarde).
Yo le dije a mis estudiantes que podían pausar sentados en el césped frente al aula, a la sombra de un árbol frondoso. Ellos salieron mientras yo terminaba de hacer algo.
Cuando salí para ir a compartir un poco con mis estudiantes, vi que éstos estaban sentados alrededor de Cristiana, una estudiante romana de ese grupo y de tipo gitana con ojos verdes muy bonitos.
Cristiana les estaba leyendo la palma de la mano ...
Yo me acerqué al grupito y me quedé de pie observando la escena. Cristiana les contaba cosas y ellos la escuchan con mucha seriedad. Eso fue algo que me intrigó mucho.
Entonces, como yo me di cuenta de que ella estaba "prediciendo" cosillas a sus condiscípulos, tomé la iniciativa de decirle :
"Oye, Cristiana, ¿me podrías decir si ves algo para mí en la palma de mi mano?"
Les juro que lo hice por jugar. Para ver qué tontería me diría Cristiana. Yo quería divertirme un poquito con esa superstición de la quiromancia.
Sin levantarse, Cristiana me tomó la mano (creo que fue la izquierda, no recuerdo bien). Bueno, en fin, Cristiana me tomó la mano, la miró sólo durante 4 ó 5 segunditos, no más. Alzó la vista y me dijo lo siguiente, textualmente (claro todo eso fue en francés, pero lo cuento en español) :
Me dijo Cristiana :
"Profesor : Yo veo a una mujer que va a entrar en la vida de usted. Es la mujer de su vida. Pero NO antes de que usted haya cumplido cuarenta años de edad ..."
Les recuerdo que estábamos en julio del 1989 ... En Francia celebramos ese año el Bicentenario de la Revolución Francesa y con François MITTERRAND como Presidente ...
Cuando yo oí lo que Cristiana me dijo, sonreí ya que yo esperaba que ella me dijera alguna tontería pero para dentro de tres o seis meses después o, como máximo, un año después, algo así ...¡ No para cuando yo cumpliera cuarenta años !
Terminó la sesión de verano y yo olvidé por completo lo que me dijo Cristiana.
Pasó el 1989, pasaron el 1990, el 1991, el 1992, el 1993 y nada ...
Pasaron también el 1994, el 1995, el 1996 y nada ...
Llegó el mes de julio del 1997 ... ¿Y qué fue lo que me pasó?
Comencé a dar clases de verano, como cada año.
El segundo día llevamos a los estudiantes a hacer un recorrido a pie por el centro de la ciudad.
En ese grupo había una joven ...
Ella vino hacia mí. Nos sonreímos ...
Yo le pregunté : "Comment t'appelles-tu?"
Ella me contestó : "Laura".
"¿Eres italiana?" (Pues pronunció "Laura" a la italiana, que es como a la española, en vez de "Lorá", que es como se pronuncia "Laura" en francés).
Me contestó : "No. Soy suiza. Del Ticino, la Suiza italiana".
En eso me bautizó con una muy cariñosa mirada de arriba abajo y de abajo arriba que me hechizó en el acto.
(Deseo aclarar que ella no era mi estudiante, sino que estaba en el grupo de otro colega).
Simpatizamos inmediatamente. Hablamos de muchas cosas, de todo, de lingüística, nuestra pasión común, de música francesa y, en particular, de Jacques BREL y Georges BRASSENS, sus ídolos.
Laura me cantó montones de canciones de esos grandes cantautores. Para mí solito. Se la pasaba cantando. En italiano o en francés. Era un placer oírla cantar ... Un verdadero ruiseñor ...
Le ofrecí llevarla a visitar la tumba de BRASSENS, en Sète. Allí fuimos el 10 de julio del 1997 a las 15H 50. Hacía un sol espléndido ...
Cuando llegamos cogidos de la mano frente a la tumba de BRASSENS, Laura soltó mi mano y cayó de rodillas. Así se quedó, inerte, durante 5 largos minutos. Yo estaba junto a ella, de pie y observando su profunda y sincera devoción por ese tan gran señor y magno monumento de la canción francesa, fallecido en el 29 de octubre de 1981.
Luego Laura se levantó y salimos del "Cementerio de los Pobres", como se llama ese camposanto.
Laura y yo compartimos muchas cosas muy hermosas durante esas cuatro semanas de julio. Llegó el día de la separación, de su retorno a Suiza.
Yo estaba destruido en saber que se marchaba.
Ella ... no.
La acompañé hasta el tren. Y se fue el 29 de julio del 1997, a las 13H42 ...
Me dejó su dirección y su número telefónico. Yo le escribí. Ella me llamó dos veces.
Recuerdo que en esos días falleció Lady Diana Spencer ...
La última vez que me llamó fue para pedirme que no le escribiera más. Su padre no veía con buenos ojos nuestra relación.
Nunca más me volvió a llamar ...
Yo sufrí lo que nunca le desearé a mi peor enemigo (que no tengo, afortunadamente). Lloré durante cinco años. Todos los días. Estuve de luto moral durante cinco largos años ...
Y no fue sino hasta el 1998 ó 1999 que me acordé de lo que me había predicho Cristiana ...
En efecto, cuando yo conocí a Laura, yo acababa justo de cumplir 41 años.
Lo que me predijo Cristiana, se cumplió. Al pie de la letra.
Re: Predicción cumplida ...
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