¿Porqué las mujeres necesitan más atención romántica que los hombres?
Después de la boda, los hombres se quedan sorprendidos de que sus esposas no sean los seres sedientos de sexo en la cocina, en la sala, en el baño y en la cama como parecen indicar las películas, las telenovelas y una gran cantidad de medios adicionales. A menudo se presenta a la mujer como un instrumento sexual sediente... pero al pasar el tiempo, ¡una vez casados, la sorpresa es grande!
En realidad, el sexo tiene mucho mayor importancia para los hombres que para las mujeres. Las mujeres se preocupan más que sus esposos por colmar estas necesidades emocionales.
Una porción desconocida de esa necesidad romántica en la mujer tiene posible relación con influencias genéticas producidas por el hipotálamo en el cerebro. Otras de esas características, tal vez deriven de diferentes experiencias infantiles entre niños y niñas. La orientación completa de nuestra sociedad, enfatiza a nuestras niñas el sentimiento romántico. Comienza desde los años preescolares, con cuentos fantásticos, como el de la Cenicienta deslumbrando a la multitud, la princesita de irresistible encanto, o la Bella Durmiente esperando que el tierno beso de su amado la despierte de su sueño.
Mientras que los niños pequeños se identifican con los ídolos del fútbol y juegan a los «pistoleros», sus hermanitas se distraen con las muñecas y asumiendo otros papeles que señalan hacia su relación con el sexo opuesto. Más adelante, muchas chicas de secundaria, pasarán mas tiempo soñando despiertas con el matrimonio, que su contraparte masculina. Ellos también piensan en el sexo, de eso estamos seguros, pero ellas lo ven a través de los lentes del amor. Así, comprará y leerá revistas y novelas románticas, ¡pero ellos no! De esta manera, hombres y mujeres llegan al matrimonio con una perspectiva diferente, no sólo en lo que se refiere al pasado, sino también en relación con futuro.
¿Por qué entonces, los hombres somos tan mal informados acerca de este aspecto de la conducta femenina y de su naturaleza? Ellos nunca fueron informados. Por cientos de años se ha aconsejado a la mujer que conozca las necesidades sexuales, y todo lo que tiene que ver con su marido. Cada mujer viva sabe que el apetito sexual masculino demanda su gratificación de una manera u otra. Lo que quiero decir, es que la satisfacción de las necesidades emocionales femeninas es tan imperiosa y urgente, como las exigencias psicológicas de gratificación sexual en el hombre. ¡Y si se descuida a las dos, luego hay que pagar un precio muy alto! Y es tan desafortunado que un hombre ignore las necesidades emocionales de su esposa, como que una mujer desconozca el apetito sexual de su marido.
A la mujer le gusta que el hombre le de su atención. Que la escuche. Que la mire atento y quizás, más tarde, el esposo reciba a una mujer ansiosa de entregarse por entero a su amado esposo quien no la ve como un simple instrumento sexual, sino como una persona, una compañera, una amiga a quien escucha atento y quien se preocupa por sus problemas serios así como por sus trivialidades.
En palabras sencillas (¡para los varones!): la esposa es más vulnerable al aprecio y amabilidad que lo que cualquiera ha imaginado hasta ahora. Y no hay nada que pueda edificar más efectivamente su estima personal que el hecho de saber que uno la respeta y valora como persona; que al hombre le interesan sus pequeños detalles. Y nada destruirá más su propia dignidad que sentirse ridiculizada o rechazada por el esposo.
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