Era de noche, recién llegaba a mi casa después de un día bastante ajetreado, el auto inusualmente había levantado temperatura, quizá habían sido las altas temperaturas, quizá también habría contribuido el combustible, gas comprimido.
Hacía mas de un mes que había sacado el auto del taller, después de una rectificación completa de motor, (lease mucha plata).
En las noticias de los últimos días advertian a los automovilistas que se manejan con gas que es recomendable utilizar nafta al menos cada tres días, ya que debido al uso de gas, en forma exclusiva y excesiva, produce la sequedad de las mangueras que lo transportan, trayendo con ello su deterioro y ante el eventual uso de la nafta, podría prenderse fuego el motor. Los casos donde los autos se habían quemado por completo, ascendia notoriamente.
Al llegar a casa, pase de gas a nafta, y el auto se paro, quise encenderlo y sin resultados, entre a casa con el ceño fruncido. Al rato, un poco mas calmado insisti, sin resultado, volvi a entrar ya balbuseando, "maldito auto ya me tiene harto, lo voy a vender a la ·$%&, ... es una porquería, no sirve para nada... te juro que lo voy a tirar...",
Volvi a salir... de pronto, algo me ilumino ...
¿Le puse nafta?
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