Se aglutinan en mi mente tantas cosas
cuando te quiero pensar
que si tengo que escribirte
la ansiedad me lo prohibe
y me tengo que parar.
Amada mía:
¡Cuantos angeles del cielo
se destierran por la envidia
cuando observan tu sonrisa
y tu rostro angelical!
¿Que habras hecho, amada mía,
para molestar al padre
a tal punto que a la tierra
te haya ordenado viajar?
es tan tierna tu belleza
y tan infantil tu gesto
que a poeta, desde obrero,
he tenido que parar
es tu voz, amada mía,
que por si sola es poesía
y tus besos un tesoro
que no puedo ni anhelar
y al destino estoy preguntando
o a mi dios si me esta escuchando
que porque tantas barreras
no nos permiten amar
esperando esas respuestas
ya escribi miles de letras
aunque tu, que eres un angel
le debieras preguntar.
y mientras sigo esperando
mas me voy enamorando
porque se que un día de estos
la respuesta llegará.
Marcadores