Resultados 1 al 3 de 3

Tema: El Olvido Milagroso

  1. #1
    Forero Experto
    Fecha de ingreso
    04 jul, 04
    Mensajes
    1,761

    Predeterminado El Olvido Milagroso

    Pisó tres veces el pedal del acelerador para poder arrancar el motor de su Volkswagen sedán. -¿Cuántas veces más tendré que decirle a mi marido que lleve éste auto al mecánico? -Pensó un poco desesperada. Repasó su lista de compras mentalmente. -"Un paquete de galletas saladas, un frasco de mayonesa, una botella grande de Coca-Cola y unas servilletas de papel".
    -"En cinco minutos estaré de vuelta. Eduardo no tardará en llegar a comer". Tomó la primera calle a la izquierda, imprimió velocidad al pequeño vehiculo, rebasando a una torpe camioneta de reparto estacionada en doble fila y continuó su camino al almacén, a tres calles de distancia. Al llegar al segundo cruce, un auto deportivo se atravesó a su paso. Laura lo esquivó sin reducir su veloz marcha, sin embargo, un pesado camión de carga que circulaba por el carril contrario tapaba la circulación completamente por ésa vía. El vetusto Vokswagen golpeó con fuerza el neumático delantero del camión, pareció que rebotaba y en un movimiento de camara lenta retrocedió volcándose al mismo tiempo y dando varias vueltas de campana hasta quedar con las ruedas hacia arriba, maltrecho, junto a un auto estacionado cerca de la esquina. Laura salió despedida del vehiculo en las primeras vueltas. No llevaba ajustado su cinturón de seguridad. Cayó sobre el pavimento quedando inconciente. Varias personas acudieron presurosas. Alguien gritó: ¡No la muevan, llamen a una ambulancia! En eso estaban, cuando una explosión retumbó como un bombazo. El Volkswagen había derramado el combustible de su tanque y alguna chispa provocó la explosión. El auto vecino quedó envuelto en las llamas y en un momento se oyó otro ensordecedor estruendo. Ellos no corrian peligro, estaban a una razonable distancia. Laura recobró la conciencia y atontada se dió cuenta de la situación. Su grito resonó por encima de todos los ruidos. ¡Mi hijo, mi hijo! exclamaba. Una señora le preguntó: ¡Donde lo traía! ¡Atrás, en el asiento, en su portabebé!, gimió desesperada. No había nada que hacer. Las llamas invadían todo, nadie se podía acercar. Llegaron los bomberos al mismo tiempo que la ambulancia recogía a Laura del piso, que gritaba desaforada. Le inyectaron en su brazo un tranquilizante y aún así siguió sollozando. Eduardo llegó en el instante que el jefe de bomberos se acercaba con una pieza de alambre en su mano. -disculpe, ésto es todo lo que hemos podido rescatar del portabebé. No hay ninguna seña de él. Eduardo, llorando desesperado clamaba: -¡Tenía tres meses de edad! -Lo siento mucho, -dijo el jefe. -A ésa edad los bebés aún no tienen los huesos formados, es por eso que no quedó ningún vestigio. -Lo siento. -Repitió.
    Laura fué llevada a un hospital cercano. Eduardo la acompañó. Todo sucedió a las doce, al mediodía. A las cinco de la tarde, el médico la dió de alta. -La hemos revisado bien, Señor. Su esposa no sufrió ningún daño físico. Mañana probablemente amanezca bastante dolorida, es normal en éstos casos. Le recetaré un analgésico. Lo que sí es de cuidado es el trauma sicológico por la pérdida de su hijo. Sé como debe sentirse usted, pero ella necesita ahora de toda su atención. Le aconsejo que la señora reciba ayuda sicológica. -Era nuestro único hijo, Doctor, verá, nosotros somos recién casados y no tiene idea de cuanto la amo y cuanto hemos amado a nuestro bebé. -Lo comprendo -Dijo el doctor. -Por éso, por ella, debe usted ser muy fuerte, necesitará mucho de usted. Ya puede llevársela. Si se alteran mucho sus nervios, déle una pastilla, pero trate de racionarlas lo más posible.
    Llegaron a la casa. Ella bajó como una autómata y nunca se imaginó que los lloriqueos que escuchaba no vinieran de otro lugar que no fuera el interior de su cerebro. El si escuchó claramente y nervioso, abrió la puerta, se metió precipitadamente y regresó con su bebé en los brazos todavia gimoteando.
    -¡Laura! ¡Estaba en la cuna, mi amor! ¡Lo dejaste para ir a la tienda, luego con el golpe se te olvidó y pensaste que si lo llevabas! -Ella gritó, sintió desfallecer. Antes de entrar al desmayo, balbuceó -¡Si lo llevaba! ¡Lo recuerdo! ¡La Virgen, Dios, EL Cielo me lo ha regresado!
    Hasta la fecha, el niño, Vinicio, tiene veintidós años. Ella lo llama "Mi Milagro" nadie podrá convencerla de que no lo llevaba al almacén. Para su marido, no es mas que un afortunado olvido que hizo volver a la vida a los tres.

  2. #2
    Forero inexperto Avatar de ·*·YoYiS·*·
    Fecha de ingreso
    17 nov, 05
    Mensajes
    73

    Predeterminado Re: El Olvido Milagroso

    Que historia tan bonita Jorge... yo hace poco leí una similar a esta, no hay duda, los Milagros si existen...

    Saludos...
    *Yoyis*
    "No Todo Lo Que Brilla Es Oro" :|

  3. #3
    Forero Experto
    Fecha de ingreso
    04 jul, 04
    Mensajes
    1,761

    Predeterminado Re: El Olvido Milagroso

    Esto que pretendí escribirlo en forma de cuento, en realidad sucedió. Yo ví el accidente cuando era un niño y escuché los gritos de la madre , después supe que el niño no iba con ella y luego los comentarios, que había sido un milagro, etc. En una ocasión lo puse como ejemplo de un milagro en la escuela marista a la que asistía y el sacerdote dijo: "Esos son los misteriosos caminos del Señor". Frase que siempre me intrigó. Saludos.

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •