En un congreso feminista una francesa, una italiana y una latina comentaban cómo les había ido con su propuesta de fin de milenio, la cual consistía en decirles a sus maridos que ya no iban a lavar los calzoncillos, ni hacer de comer, ni llevar a los niños al colegio.

La francesa dice, "No pues el mío se me quedó viendo y el primer día nada, el segundo más o menos lo aceptó y se hizo solo sus alimentos y el tercer día todo normal."

La italiana dice, "No pues mi esposo el primer día nada, el segundo nada, hasta el tercer día comprendió que iba en serio y llevó los niños al colegio y de regreso se compró una pizza."

La latina dice: "No, pues que le digo a mi viejo, mira, ya no te voy a lavar tus calzoncillos, ni te voy a hacer tu comida, y a los niños ni creas que los voy a llevar a la escuela," y todas sus colegas preguntaron que cómo había reaccionado su marido y dice la latina: "No, pues el primer día no vi nada y el segundo tampoco. Ya por el tercero empecé a ver poquito con el ojo derecho."