PGJ salva vida de recién nacido ante postura religiosa de padres
3-noviembre-05
Debido a una deficiencia pulmonar, los médicos determinaron realizar una trasfusión de sangre.
El médico Roberto Flores Santos solicitó la intervención de la autoridad. Fotos: Marcial Pasarón
Las creencias religiosas de un matrimonio puso en riesgo la vida de su hijo recién nacido, quien ante una deficiencia pulmonar, se aferraba a la vida, una vida que sus padres estaban dispuestas a que se extinguiera.
La negativa de estas dos personas tuvo que ser contrarrestada por la Procuraduría de Justicia de Nuevo León, quien una vez más, se interpuso entre lo pagano y la realidad, al retirarles la tutela del menor y ordenar que el pequeño fuera intervenido de urgencia.
La mañana del pasado 31 de octubre, cuando el bebé de dos kilos 480 gramos vio por primera vez la luz del día, su mamá Perla de Belén Durán Flores y su padre, se llenaron de alegría.
Sin embargo, horas después de que los médicos pediatras y ginecólogos examinaron al pequeño, supieron que la vida del recién nacido corría peligro de muerte.
Los doctores, entre ellos el jefe de la unidad de pediatría de la clínica de Gine Obstetricia, Roberto Flores Santos, se movieron de inmediato, tenían la imperiosa necesidad de realizar una transfusión de sangre al bebé.
Dentro del quirófano, médicos y enfermeras, nerviosos caminaban de un lado para otro; un solo requisito separaba al bebé de la delgada línea que divide a la vida y la muerte... la autorización de sus padres.
Pero, ese simple conjunto de letras, puso en riesgo la existencia del pequeño... sus progenitores negaron rotundamente la intervención; el motivo ser Testigos de Jehová.
Esta negativa, dejó paralizados a quienes por obligación y por ley, tienen la imperiosa labor de preservar la vida del ser humano.
“Ellos son creyentes.. Testigos de Jehová, tratamos de convencerlos de que lo importante era la vida de su hijo, pero se rehusaron contundentemente”, dijo posteriormente el médico Flores Santos.
Las horas pasaban y la existencia del recién nacido estaba marcada por las creencias religiosas de sus padres, un matrimonio que al pie de la letra, defendieron su concepto de la vida.
Un grupo de ministeriales se apostó en el hospital de Gine para resguardar el área y proteger al bebé que desde su nacimiento se aferra a la vida.
“Nuestro compromiso es con el bebé”, bajo este precepto, fue necesario solicitar la intervención de la Procuraduría de Justicia en el Estado, agentes ministeriales se apostaron afuera del quinto piso y resguardaron el área para proteger al recién nacido y otorgarle la oportunidad de vivir.
Mientras tanto, una representante del Ministerio Público solicitó el permiso a los padres de la criatura, quienes al negarlo por enésima vez, obligaron al Estado de Nuevo León a retirarles la tutoría sobre su hijo.
De esta manera, la Procuraduría de Justicia ordenó que los médicos pediatras intervinieran al menor e hicieran lo posible por salvarle la vida.
Con el documento firmado por el Ministerio Público, las autoridades médicas tienen bajo su resguardo al pequeño, quien además es protegido por efectivos al mando de los comandante Francisco Márquez Tobias y Florentino Martínez.
Ayer por la mañana, horas después de su nacimiento y ante la prontitud del caso, el pequeño recibió la primera transfusión y por la tarde, el recién nacido volverá a ser intervenido.
“Nuestro trabajo es preservar sobre cualquier obstáculo, la vida y en este caso, el niño esta bajo nuestra tutela”.
A 48 horas de su nacimiento, la luz de la esperanza comenzó a brillar con más intensidad, los médicos (quien el pasado fin de mes se mostraban preocupados) se llenaron de jubilo, al darse cuenta de la fortaleza que el menor mostraba por sobrevivir.
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