El hombre orgulloso.
Cuentan que un hombre muy rico y orgulloso quería saber qué debía hacer para poder encontrar a Dios.
Preguntó a un hombre muy sabio que vivía en las afueras del pueblo y éste le llevó a la montaña, y no le dejó beber agua en dos días.
Luego le llevó a una naciente en el suelo donde nacía el río que abastecía a todo el pueblo.
El sabio le dijo: "Sabes que debes beber agua para sobrevivir ¿Cómo tomarías de esta agua en este momento?"
El hombre se arrodilló y bajando su cabeza bebió del agua que brotaba del suelo. El hombre sabio le dijo:
"Es exactamente lo que debes hacer para encontrar a Dios: Dejar de lado tu orgullo, reconocer tu necesidad de agua, o sea de Dios, arrodillarte e incluso humillarte hasta llegar al suelo.
Era la única forma de beber el agua que te salvaría, así mismo para salvar tu alma debes humillarte, reconocer que sin Dios no tienes salvación y humillarte... tu recompensa... será poder beber del agua que salvará tu vida".
Fue un texto que me llegó al correo.
Que no se malinterprete la palabra humillación, recordar que proviene de la palabra humilde (como "humildear", pero conjugarla así no se puede).
Según las escrituras: "...Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, de su interior correrán ríos de agua viva" (Juan 7:37)
Iniciado por jimmy_herp
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