educación básica y cuerpo infantil

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[maestrico]

Eterno dilema: Educación contra-natura versus Educación natural.
Desde Rousseau, padre del naturalismo moderno, pasando por el educador del pueblo, Pestalozzi, hasta el desarrollo-muerte y renacimiento de la Escuela Nueva; el niño debe desarrollarse-educarse física, intelectual y moralmente según su naturaleza. Atrás quedan las teorías que sostienen que la naturaleza del niño se ha de doblegar porque su instinto se opone al ideal de formación con las que el humanista valenciano Luis Vives tuvo que vérselas.
Cada niño nace con una constitución física singular, producto en su mayor parte de su mapa genético. El ideal sería dejar que sus potencialidades naturales conducentes a la excelencia se desarrollaran, siendo la función del educador motivar, facilitar y potenciar su progreso adecuado en la persona; al tiempo, que ayude a evitar el desarrollo de potencialidades que no cundujeran a su educación integral.
Las capacidades del niño desde su nacimiento necesitan un proceso de maduración, el grado de autonomía en estos momento es muy bajo y el de heteronomía alto (el niño necesita del cuidado, protección y dirección del adulto) a medida que esta persona va madurando los grados se van invirtiendo.
Se considera que una persona es madura cuando es capaz de autodirigir y autodeterminar su propia existencia; por consiguiente, toda educación que no persigua como fin el perfeccionamiento integral del ser humano, considerando como elemento sustentante del proceso y del fin a la libertad, quedaría incompleta.