Un pulso
No te me vás de la cabeza. Te has expandido como un virus, avanzando con rapidez, invadiendo cada neurona y llenándolas con tu aire para que sólo piense en tí. Debes conocer una pócima, un remedio mágico para mis males, algo que hace que sea totalmente adicta a tu cuerpo, algo que consigue que el resto de la gente sólo me parezca sombra.
Has debido inventar algo que hace que toda mi atención esté puesta en tus movimientos, algo que saca la parte más mimosa, y que creía perdida. Has clavado tus uñas en mi alma, y no he sentido dolor, sólo sensación de alivio, descanso...
Has desbaratado mi mundo desde el suelo al cielo, has desafiado a mi reticencia a volver a amar echando un pulso a mis sentimientos, y al final...al final salió todo de golpe, se rompieron mis vávulas de escape y la olla a presión que tengo por cabeza se ha rendido a tus encantos.
Besos, Idem
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