[size=6]Desde el surco de tus cejas,
hasta la ruptura de tu boca en una sonrisa;
entre el va y ven de tus pestañas,
como palmeras del mar,
descanzan las pupilas con las
que quisiera soñar.
El cielo terrestre es azul,
más el de tus ojos es blanco
como perlas del mar;
ramificadas con venas roja,
cual sembradío de tulipan.
El desfiladero al paraiso,
lo forma tu perfilada nariz;
en un desenso hacia tus labios carmín,
en los que me deshago y vuelvo a existir.[/size]
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