Para mi hermana...

Tus huesos sostienen tu sonrisa a duras penas. Quieres comerte el mundo y rebañar las esquinas. Tienes ganas de saltar hasta la luna y fuerza suficiente como para arrastrarla por el suelo. Se te encienden las luces, pero esta vez no son las de alerta, sino las que te indican que por aquí dentro, en algún sitio, se está preparando una fiesta. Caminas con los pies y la espalda rectos...de cara al mundo, cogíendolo por los cuernos. Tocas con los ojos, y miras con las yemas de los dedos. El corazón despierta del letargo, y late, late, late...
¿Y qué más dá que la gente no lo entienda?...¿acaso son ellos los que lo viven?...¿acaso ellos pueden sentir el calor de unos besos que te hacen renacer?...
¿Acaso son ellos los que tiemblan cuando planeas verle?...¿acaso ese nudo se forma en su estómago?.
Tus huesos apenas sostienen tu sonrisa...no pidas que lo entiendan.
Tú lo entiendes. Punto y final.

Besos, Idem