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Tema: Naderías metafísicas

  1. #21
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    Predeterminado Sobre la libertad (III)

    Naderías metafísicas
    XX.- Sobre la libertad (III)

    Nadie pretende que las acciones sean tan libres como las opiniones.Por el contrario,hasta las opiniones pierden su inmunidad cuando las circunstancias en las que son expresadas hacen de esta expresión una instigación positiva a alguna acción perjudicial.La libertad del individuo debe así ser limitada:no debe convertirse en un perjuicio para los demás.
    Según la teoría calvinista el mayor defecto del hombre es tener voluntad propia;por lo que,si fuera cierto,queda ipso facto demostrada la falsedad del calvinismo,religión por otra parte que condenó a la hoguera a Miguel Servet,por orden expresa de Calvino.Y esta falsedad se completa por sus asertos de 1)todo lo que no es un deber es pecado;2)estando la naturaleza humana radicalmente corrompida,para nadie puede haber redención hasta que haya matado esa naturaleza humana dentro de él;3)el hombre no necesita ninguna capacidad sino la de someterse a la voluntad de Dios;y si emplea sus facultades para algo que no sea el más eficaz cumplimiento de esa supuesta voluntad,mejor estaría sin ellas.
    La originalidad es un elemento de valor en las relaciones humanas.Siempre son necesarias personas no sólo para descubrir nuevas verdades,sino también para iniciar nuevas prácticas.Los hombres de genio son una pequeña minoría,y sólo puede alentar en una atmósfera de libertad.
    Ningún gobierno por una democracia o una aristocracia numerosa ha sabido elevarse sobre la mediocridad,ni en sus actos políticos ni en sus opiniones,cualidades y tono del espíritu que en él alienta,excepto en aquellos casos en los que el soberano muchos se ha dejado guiar por los consejos e influencia de uno o varios,mejor dotados e instruidos.La iniciación de todas las cosas nobles y discretas viene y debe venir de los individuos;en un principio,generalmente,de algún individuo aislado.
    El espíritu de progreso no es siempre un espíritu de libertad,pues puede tratar de imponer mejoramientos a un pueblo que no los desea;la única fuente de mejoras es la libertad,ya que gracias a ella hay tantos centros independientes de mejoramiento como individuos.
    La mayor parte del planeta no tiene historia porque el despotismo de la costumbre es completo.Éste es el caso de todo el Oriente.
    Un pueblo puede ser progresivo durante un cierto tiempo,y después detenerse,cuando deja de tener individualidad.Tenemos un ejemplo en China,nación de mucho talento y hasta de sabiduría,gracias a la rara y buena fortuna de haber sido dotada en un remoto período con una serie de costumbres particularmente buenas,obra en cierta medida de hombres a los que los más cultos europeos deben conceder,bajo ciertas limitaciones,el título de sabios y filósofos.
    ¿Qué ha hecho a la familia europea de naciones una porción de la humanidad progresiva,y no una estacionaria?:su notable diversidad de carácter y cultura.Pero empieza ya a poseer este beneficio en un grado considerablemente menor.Decididamente va avanzando hacia el ideal chino de hacer a todo el pueblo igual.
    A la individualidad debe corresponder la parte de la vida en la que el individuo es el principal interesado;a la sociedad aquella en la que ella misma esté interesada;el hecho de vivir en sociedad hace indispensable que cada uno se obligue a observar una cierta línea de conducta para con los demás:no perjudicar los intereses de otro;tomar cada uno su parte en los trabajos y sacrificios necesarios para defender a la sociedad o sus miembros de todo daño o vejación.El individuo no debe cuenta a la sociedad por sus actos,en cuanto éstos no se refieren a los intereses de ninguna otra persona,sino a él mismo.
    Rafael Gonzalo Jiménez

  2. #22
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    Predeterminado El valor de elegir (I)

    Naderías metafísicas
    XXI.- El valor de elegir (I)

    Así se titula el ensayo de Fernando Savater que vamos a resumir y comentar.
    Aristóteles dijo que los animales no actúan,pero yo creo que sí.Por supuesto las acciones humanas son específicas,pero no nos caracterizan,y por tanto no nos definen.Tampoco sabe Savater lo que es un programa,y decir que estamos programados como seres,pero no como humanos,es una necedad.Podemos realizar comportamientos no innatos,más que el resto de animales,pero no con exclusividad.Yo tampoco creo mucho en la dotación genética,pero ampliando mi incredulidad a cuantos seres tienen cromosomas.No nos autoprogramamos,o se autoprograman también muchos aminales.No nos desprogramamos animalescamente,y sí somos muy disponibles,siendo también disponible el animal domesticado.
    Quisiera saber lo que dijo Max Scheler en El puesto del hombre en el cosmos,ya que no lo conocemos.Somos más especializados que el resto de animales,pero resolvemos peor los casos imprevistos.No somos anatómicamente indigentes,y todo órgano animal está especializado.
    Sí hemos evolucionado más que el resto de animales,que prácticamente no han sufrido evolución.Esta evolución nos permite considerarnos imagen divina,pero lo difícil es saber qué es dios,e incluso qué es el ser humano.Por supuesto que nuestro neocórtex es específico,pero aún no sabemos cómo produce espíritu.Decir que en los seres humanos se mantienen constantemente rasgos fetales,es no saber lo que se dice.No somos menos crecidos que un elefante,sino menos voluminosos.No envejecemos más que el resto de animales,proporcionalmente.El cerebro conoce,delibera,valora y decide,pero también el de los animales que lo tienen.Quizá nuestra evolución peculiar se deba a la mejor adaptación al ambiente,que incluso transformamos.Acertar automáticamente es instinto,y lo tiene más desarrollado el animal.Aprendemos de los errores,pero también el animal (experimentos de Paulov).Sí codificamos mejor la información en términos abstactos,y la transmitimos mediante un lenguaje más perfecto,pero ello nos conduce a la clásica definición del ser humano como racional que habla.Podemos aprender más que el resto de animales,pero yo no soy más hombre que un analfabeto:es decir,el aprendizaje no nos caracteriza como especie.La convivencia humana puede ser más perfecta que la animal a veces,pero tampoco nos caracteriza.
    El catedrático Savater parodia en este capítulo,El principio del hombre,a Arnold Ghelen:1)el hombre no vive,sino que dirige su vida;2)es un ser práxico,que actúa.Pero toda vida vive,y toda vida actúa.¿Dirigimos nuestra vida?.Sólo mientras vivivos,y no tanto como queremos;y perdemos la vida no sólo por no saberla dirigir,sino también porque no somos inmortales.
    Si la acción originara al ser humano,nos equipararía también a cuanto ser nace por cópula sexual en la que un espermatozoide fecunde a un óvulo.Praxis no es poiesis (Aristóteles),y efectivamente fabricamos mejor que el resto de animales;pero no lo consideraría característico de la especie.Decir que la praxis es autopoiética es hacer poesía.No es nuestra principal industria inventarnos y darnos forma a nosotros mismos,ni como individuos,ni como especie.Sí somos el animal que mejor nos conocemos,pero al hacerlo volvemos a ser racionales.Pico della Mirándolla fue católico,y por eso habla de ángeles,o de Adán (varón convertido en hombre por soplo divino).La dignidad del ser humano no es ser pues co-creador de sí mismo,junto con un Dios judeocristiano que no existe.A mí también me gusta mucho el Deus,sive Natura de Spinoza,que he transformado en Deus,sive universum (si entiendo por universo el material y el espiritual),o Deus et universum (si entiendo por universo sólo el material que estudia la ciencia).Pero no sé lo que es dios,y tampoco lo que es el universo.
    Rousseau escribió mucho,pero también hay que concretar sus aciertos:su teoría de la corrupción humana puede que no me convenza mucho.Y las diversas criaturas naturales de W.H.Auden (Sonetos desde China),no recibieron tanto,desde la primera hora,su ser definitivo como él dice.Desde luego los melocotones,e incluso las truchas,no quedaron satisfechas de estar en lo cierto y conocer su posición por toda la eternidad desde esa hora.
    Para terminar el comentario y resumen de este capítulo,1)la adolescencia es sólo una etapa humana;2)Antoine de Saint-Exupéry (Terre des hommes) fue literato.
    Capítulo 2 del libro que comentamos,incertidumbre y fatalidad.
    La acción no nos caracteriza,y por tanto no es una necesidad esencial de la que depende nuestra supervivencia como individuos y como especie.Sartre dijo que estamos condenados a la libertad,con lo que se contradijo a sí mismo,pues fue de ideología comunista.No vivimos porque nos propongamos estilos y planes de vida,sino porque un espermatozoide fecundó un óvulo.Si yo vivo con religión,será porque la tengo propia;pero desde luego no practico culto alguno.La sociedad de los hombres no es lo que dice Savater (proveedora y mantenedora constante de cultos),y el lenguaje tampoco nos realiza.Ser humano no es buscar fórmulas de vida.
    Nadie ha creado nada de la nada,excepto el inexistente dios judeocristiano.La divina omnipotencia no aniquila obstáculos al deseo,y desde luego los dioses-antropoides,aunque infinitos y eternos,son creaciones religiosas.Tal como concibo a dios (universo) desde luego no sé si tiene voluntad,pero desde luego si la tiene no es humana.Dios no propone y dispone a la vez,pues
    estos dioses siguen siendo humanos.
    En la acción humana no interviene lo que dice este aprendiz de filósofo,catedrático de filosofía en la mejor universidad española,a pesar de que se refiere a lo que al respecto dice Ludovico Geymonat.La ignorancia y la fuerza vician la voluntad,pero la definición de lo voluntario como lo que está en uno mismo y conoce las circunstancias concretas de la acción es parcial e incompleta.La necesidad de actuar no es mayor que la posibilidad de conocer,y acto voluntario no es el que menos nos disgusta.
    Tampoco es azar incertidumbre y fatalidad,por lo que en este capítulo ni un solo acierto.
    Rafael Gonzalo Jiménez

  3. #23
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    Predeterminado El valor de elegir (II)

    Naderías metafísicas
    XXII.- El valor de elegir (II)

    Capítulo 3: ¿Para qué? ¿Por qué?
    Del universo sólo conocemos nuestro sistema solar y algunas estrellas de nuestra galaxia.En este miniuniverso el ser humano es,efectivamente,el que es capaz de actos más intencionados,pero no puede afirmarse que sin intención no hay acción,pues existen muchas acciones que no son voluntarias.El para qué y el por qué son por tanto intenciones muy humanas,y todos sabemos que el para qué se refiere a la finalidad de nuestros actos,y el por qué al motivo o causa.
    Capítulo por tanto insubstancial,ya que con él el ínclito Savater no nos ha enseñado nada.
    Capítulo 4: Entre lo bueno y lo malo
    De nuevo puede ser el ser humano el que mejor piensa la vida,de todos los que conocemos,por lo que somos también los que mejor proyectamos un arte de vivir.Dentro de este arte estudia el mal filósofo el bien y el mal,para terminar en la perogrullada de que bien y mal no son útiles como conceptos abstractos,sino en relación a algo.Como incluso lo de bueno para... y malo para... lo toma de Spinoza,no doy importancia a este capítulo,por cuanto ni siquiera me convence mucho Marcel Conche en su Ensayos sobre Homero:usa mucho el monema divino como epíteto,ya que es poeta.Sin que debamos colegir que todo lo que existe es bello,porque participa de la belleza divina.
    Capítulo 5: Tribulaciones del albedrío
    No hay que confundir filosofía y novela,por lo que los comentarios que hace a la novela El hombre que quería ser culpable,del danés Henrik Stangerup,pueden reducirse a que descarga a sus personajes de sus responsabilidades negativas,cargándolas al sistema social.
    Obrar bien es una forma de conocimiento subjetivo,pero ya es discutible que el que obra mal no tiene conocimiento del mal,y el que obra bien sí tiene conocimiento del bien.Sí preferimos lo bueno a lo malo,pero la maldad no es ignorancia moral.Discutible pues que nadie obre mal a sabiendas,aunque pueda aceptarse que obra mal por conveniencia,si fuese en casos de necesidad.El bien no es pues plenitud de conocimiento,y el mal engaño o desconocimiento.
    Video meliora proboque,deteriora sequor es un conocido verso de las Metamorfosis de Ovidio,pero de nuevo los poetas no son filósofos:este verso es una simple reflexión del protagonista,y no una máxima filosófica de validez universal.
    San Pablo,en su Epístola a los romanos,puede defender la máxima de que querer el bien no significa cumplirlo,ya que muchas veces no hacemos el bien que queremos,o cometemos el mal que no queremos.
    Lo del escorpión y la rana,de Orson Welles en Mister Arkadin es literatura,y puede ser efectivamente una equivocación usar en gran escala lo que ha funcionado a pequeña.
    Libre albedrío es facultad de querer o no querer,pero la fatalidad es más literaria que filosófica.Es verdad que nadie,o casi nadie,logra lo que desea,pero la causa no es la fatalidad o el destino,sino la ausencia de oportunidades.De nuevo cita este mal filósofo a Marcel Conche,esta vez en Tiempo y destino,para creer que es cierto que “el no ser es el destino de todo ser en particular”.La muerte puede ser destino,porque nos llega sin quererla;pero como no nacemos inmortales,desde el uso de razón sabemos que vamos a morir.Suicidio es adelantar voluntariamente nuestra muerte,pero de nuevo este capítulo no ha sido muy interesante.
    Capítulo 6: Las instituciones de la libertad
    Como Savater no distingue bien filosofía y poesía,de nuevo parafrasea a un poeta para decir que no hay libertad,sino pruebas de libertad.Es decir:la libertad,que es concepto filosófico,nos aparece como actos de libertad.
    Vuelve a nombrar a Arnold Gehlen,esta vez para citar otra frase discutible:“quien quiera ser una personalidad sólo está destinado a fracasar”.He fracasado yo,pero no Napoleón I Bonaparte,por poner un ejemplo.He fracasado yo,por no haber llegado a primer presidente de los por mí institucionalizados Estados Unidos de Europa,entre otros deseos,pero no fracasó Napoleón I,porque sí llegó a Emperador francés.Y reparen que me refiero al fracaso,no a lo que se hace cuando se triunfa,o se deja de hacer cuando se fracasa.La frase de Arnold Gehlen carece pues de universalidad.
    No tengo tampoco mucho aprecio a los ensayos de Jürgen Habermas,y por tanto sí es distinto y distinguible realidad y lenguaje.
    Incluso cuando quiere hablar de la influencia de la cultura Savater tiene que citar a Edgar Morin o Clifford Geertz,para inexactitudes como la de que “somos la obra de arte creada por la capacidad práctica de nuestros antepasados”.
    Es decir,otro capítulo sin mucha importancia.
    Capítulo 7: Elegir la verdad
    Verborrea intrascendente,con errores como que el Bien,la Belleza o el Sentido de la Vida pertenecen a la teología,aunque sea cierto que podamos definir la verdad como coincidencia entre lo que pensamos o decimos y la realidad a que nos referimos.
    Capítulo 8: Elegir el placer
    Iden. para glosar una intranscencente cita de André Gide sobre el rey Atalarico.
    Capítulo 9: Elegir la política
    Iden. para venir a glosar la frase española que desprecia la política partidista (no meterse en política).
    Capítulo 10: Elegir la educación cívica
    Iden. sobre la “preparación que faculta para vivir políticamente con los demás en la ciudad democrática”.
    Capítulo 11: Elegir la humanidad
    Iden. para confundir la humanidad con la naturaleza humana y defender la tesis de que eligir hoy la humanidad es optar por proyecto de autolimitación “en lo tocante a cuanto podemos hacer”.
    Y capítulo 12: Elegir lo contingente
    Iden. para no decir ni siquiera lo que entiende por contingente.
    Rafael Gonzalo Jiménez

  4. #24
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    Predeterminado La muerte:realidad y misterio (I)

    Naderías metafísicas
    XXIII.- La muerte:realidad y misterio (I)

    La muerte es un tema humano,y el hombre no ha dejado nunca de reflexionar sobre su origen,causas,significación,modalidades y consecuencias,así como si hay otra vida tras ella.
    En cuanto fin de la vida biológica es estudiada por las ciencias médicas,pero en cuanto a qué sea,su esencia,sigue siendo un tema metafísico,pues no me interesa estudiarla desde el aspecto religioso,filosófico,poético o artístico.
    El ser humano es mortal sigue siendo pues una premisa válida,y nadie cree que el hombre muere porque la ciencia no ha encontrado todavía la manera de curar todas las enfermedades.
    Se han acortado los duelos,pero si hoy día se sintiera menos que antes la muerte de un ser querido no sería señal de progreso.
    Se han hecho muchos estudios sociológicos y antropológicos sobre la muerte,pero a mí no me interesa mucho cómo se enfrenta a la muerte cada cultura.Desde luego no hay reencarnación,ni resurrección,y que algunos se hibernen es mera forma de conservar su cuerpo.Podemos decir pues que la muerte está ya desacralizada en Occidente,pero debe seguir infundiendo respeto.
    Hoy día solemos morir en instituciones hospitalarias (el 80 % en EEUU),aunque sea recomendable que se traslade el difunto o moribundo a casa,y se le rinda el luto tradicional;pues puede ser aceptable que no suponga vestir de negro,pero no que muera un padre como si muriere un perro.Recomiendo por eso el depósito de los cadáveres en los tradicionales cementerios,y no la incineración.
    Desde luego tenemos derecho a morir con dignidad,y defiendo la eutanasia,si bien tras un concienzudo examen médico,y con la probación o solicitud del enfermo.Quiero decir,simplemente,derecho a morir sin dolor.
    El hospital debe seguir siendo,sin embargo,prolongación de la vida,cura de enfermos.De ahí que se dé de alta al moribundo cuando se cree que no se puede hacer más por él,lo que es más humano que dejarle morir en un mortuorio (sala especial),donde si es necesario se le practica la autopsia,a veces sirve para que los estudiantes hagan prácticas,y siempre se le amortaja y pone una etiqueta para identificarlo cuando venga la familia a buscarlo.
    La muerte biológica se produce siempre por falta de oxígeno (anoxia),cuando cesa la actividad del corazón.Las células nerviosas son las más sensibles,por lo que se diagnostica muerte clínica cuando no hay actividad cerebral.Sin embargo las células de la piel,cartílago y hueso sobreviven otras 24 horas,por lo que no debemos enterrar ni incinerar a nadie hasta entonces,de acuerdo con el precepto legal.A ningún cadáver se le practica electroencefalograma,si bien se le somete a prueba de reacción cerebral,mediante inyección intravascular de un radio isótopo.Y como en caso de intoxicaciones por barbitúricos el paciente puede recuperarse después de varias horas de presentar EEG plano,es recomendable que nos esforcemos en no enterrar,y menos incinerar,cadáveres aparentes.
    Son fenómenos cadavéricos las livideces,la rigidez muscular,la disminución de la temperatura,la autolisis y la putrefacción.Las livideces aparecen de tres a cinco horas después de producirse el paro cardíaco;la rigidez a la tercera o cuarta hora,y es total hacia las trece,desapareciendo en dos o tres días.La disminución de la temperatura corporal es progresiva,con temperatura exterior de 5 a 15 ºC,descendiendo aproximadamente un grado cada hora,y estando en equilibrio con el medio ambiente tras 24 horas.La autolisis va produciendo rápidamente la desintegración de los órganos,y la putrefacción aparece hacia el segundo día en verano y hacia el octavo en invierno,consistiendo en una descomposición de las materias orgánicas por gérmenes y hongos,con producción de gases pútridos.Los microbios que originan tal putrefacción proceden inicialmente del propio organismo,y se extienden por los tejidos y vísceras,siguiendo las vías sanguíneas y linfáticas.
    Los médicos disponen hoy día de máquinas y aparatos capaces de mantener artificialmente en funcionamiento todos los órganos vitales del organismo,a excepción del cerebro.En todas las clínicas y hospitales importantes ha surgido la UVI (Unidad de Vigilancia Intensiva),donde a muchos enfermos graves se les puede prolongar la vida por un tiempo más o menos largo.De ahí que se hayan adoptado cuatro principios básicos para el uso de esta Unidad:1)retirar los tratamientos médicos sólo cuando se sepa con certeza que el enfermo morirá en corto espacio de tiempo;2)aliviar en lo posible el sufrimiento del enfermo mientras permanezca en la UVI;3)que prime el deseo del paciente,y no su enfermedad,a la hora de tomarse una solución;y 4)aplicar tratamientos que puedan restaurar la salud.
    Eutanasia es pues el acto de acortar la vida del enfermo terminal a fin de evitarle sufrimientos,y se distingue entre la pasiva y la activa.Pasiva:dejar morir al enfermo,por no aplicarle medidas terapéuticas,o por retirárselas.Activa:administarle una substancia para que muera rápidamente.Yo llamo sin embargo eutanasia colaborar a que el enfermo muera sin dolor,y en este sentido es como la deseo para mí.Respecto a la que se practica,sólo debe solicitarla el moribundo,siendo el médico responsable al practicarla o no.Si el enfermo no está en condiciones de solicitarla,niego pues facultad al médico para ejecutarla.En casos extremos puedo sin embargo aceptar que sea su pariente más cercano quien la solicite.
    Aunque sabemos que hemos de morir,creo que nadie la deseamos,y todos la tememos en mayor o menor grado.
    El médico está para curar,y por tanto creo que no debe ser él quien anuncie al moribundo su muerte.Debe ser pues el paciente quien pregunte,y el médico quien responda con responsabilidad,desde luego evitando pronósticos erróneos:a mi madre la dieron por incurable en el hospital de Plasencia (Cáceres) cuatro años antes de que muriera,oponiéndome yo a ese pronóstico,y aceptándolo otro hermano,de los dos que estábamos presentes.Mal médico pues uno,y mal hijo el otro.
    Es pues el paciente quien normalmente debe darse por terminal,pero siempre con responsabilidad de familiares y equipo médico,pues éstos nunca deben aceptar la opinión del paciente,si ellos no lo creyeran también.
    El paciente terminal es pues el único que se debe considerar moribundo,y en este estado y situación es cuando se dará lo que hemos llamado miedo a la muerte.Con base en una encuesta que la psiquiatra E. Kübler-Ross realizó a doscientos pacientes del hospital Billings de Chicago,(Sobre la muerte y los moribundos,1969),podemos pasar por cinco etapas:negación,ira,negociación,depresión y aceptación.Pero creo más bien que cada uno reaccionaremos con originalidad y personalidad,sin que tengamos que pasar por etapas,en lo que coincido con las opiniones de Kastembaum y Weisman.
    La sociedad occidental contemporánea no vive pues tan espaldas a la muerte como se dice,especialmente a cierta edad.No conozco a nadie que niegue la realidad de la muerte,ni quien la desee,excepto en estados de depresión.
    Ya he dicho que no quiero morir con dolor,y para estos casos son para los que únicamente admito cultivo de las drogas que sean pertinentes,si bien deben ser administradas mediante fármacos al efecto.Por supuesto,todo moribundo debe recibir amor y afecto,tanto por parte de los familiares,como del personal sanitario.
    Hasta la fecha me he referido a moribundos adultos,pues efectivamente los niños se enfrentarán a la muerte con mentalidad especial.La muerte,sin embargo,forma parte del mundo infantil,aunque en trances de muerte real supongo que los niños tendrán menos conciencia,y se sentirán más enfermos que moribundos.Por supuesto un niño no debe solicitar eutanasia,tal como se concibe y practica,pero sí debe soportar la que yo deseo:ausencia de dolor.
    El anciano es por tanto el único ser para la muerte de Heidegger,pues morir de viejo es lo normal.Es por tanto el anciano quien menos teme a la muerte,aunque no desee agonía prolongada y con dolor.Con todo,ni la familia debe desear la muerte del anciano,ni el equipo médico ser menos profesional con un anciano que con un adulto.
    Rafael Gonzalo Jiménez

  5. #25
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    Predeterminado La muerte:realidad y misterio (II)

    Naderías metafísicas
    XXIV.- La muerte:realidad y misterio (II)

    Suicidio es quitarse intencionadamente la vida,resultado de lo que Ortega y Gasset llamaba circunstancias vitales.Tampoco me convence pues Freud en este caso,con su instinto de la muerte.Quiere suicidarse el depresivo grave,y por eso debe estar en tratamiento.Durkheim tiene pues menos razón que Freud,ya que habló de suicidio sociológicamente explicado,y no por motivos individuales.Sus suicidios egoísta,anómico y altruista no hay que referirlos pues a la sociedad,sino a la personalidad del suicida;pero mejor es que ignoremos a quien queriendo ser sociólogo,no supo ni quiso ser hombre.
    El familiar que sobrevive al difunto debe pues soportar su dolor con originalidad y personalidad,y si existiesen estados agudos de pena,hay que considerarlos más normales que la ausencia de dolor psíquico por la muerte de un familiar.Si esos estados precisasen sin embargo de auxilio médico,se debe prestar.Es sin embargo un hecho que el dolor psíquico o mental va disminuyendo con el tiempo,lo que tembiés es normal,siendo más anormal la ausencia de recuerdo.
    Ya dije que no voy a ocuparme de los duelos literarios,aunque sea verdad que la literatura está inserta en una cultura y una edad histórica determinada.
    Tampoco voy a ocuparme de los duelos filosóficos,que son reflexiones del filósofo que los cuenta.Desde luego el ser humano no es inmortal,pero puede tener vida espiritual de post-mortem,pues lo que sabemos mortal es la materia,y por tanto nuestro cuerpo.Falso pues que la humanidad sea inmortal (L. Feuerbach),pues la humanidad es concepto:totalidad histórica de seres humanos,por lo que tiene pasado,presente y futuro.Morir no es para el hombre individual un puro accidente biológico,al menos en lo que se refiere al cuerpo.Max Scheler habla de lo que le parece,al referirse a la muerte,e igual hacen el resto de pensadores.
    Curioso que alguien se pregunte de dónde viene la muerte.Pues ni acertaron los antiguos (la muerte es algo ilógico y anormal),ni pueden tomarse en consideración los distintos mitos que se han inventado sobre la muerte.No morimos por desobediencia a Dios,ni siquiera a mi dios-universo.Morimos más bien porque dios es universo,con separación del espiritual (que puede ser inmortal y eterno),y del material (que lo sabemos mortal,limitado,finito).
    El enterramiento de los cadáveres pudo efectivamente deberse a motivos religiosos,por inhumación,cremación o exposición al aire libre,sin olvidarnos de la momificación.
    Los funerales y el duelo tuvieron su origen en ritos funerarios,distintos en las diversas culturas.Cada una de estas culturas y religiones interpretó a su modo la vida de ultratumba,y de ahí surgió la balanza del juicio,los juicios a los difuntos,la idea de un dios castigando las faltas cometidas en vida,y premiando las buenas obras.También el largo viaje al más allá,unas veces en regiones y praderas puras (Grecia),otras en el mundo inferior (Egipto,Europa nórdica).Desembocándose en el país de la muerte,que unas veces eran los Campos Elíseos (Egipto),otras el reino de las sombras (el sheol),con resurrección o Gehenna (Israel),o cielos católicos o musulmanes.
    ¿Existe vida tras la muerte?.La mayoría de las civilizaciones ha creído que sí,con transmigraciones o reencarnaciones en Oriente,los citados cielos en Oriente y Occidente,y mi reiterado aserto de que puede existir vida para el espíritu,no para el cuerpo.Muy conocido es el libro de Raymond Moody Vida después de la vida,con experiencias de quienes han estado entre la vida y la muerte.Por lo que este libro no prueba nada,y su Reflexiones sobre la Vida después de la vida aún menos.Tampoco A la hora de la muerte,de Osis y Haraldsson.Ni Más allá de la muerte,de A. Sotto y V. Oberto.Todos estos testimonios fueron experimentados por moribundos en estado inconsciente,no por difuntos.
    Rafael Gonzalo Jiménez

  6. #26
    Forero Graduado
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    Predeterminado Entre la vida y la muerte

    Naderías metafísicas
    XXV.- Entre la vida y la muerte

    Uno de los libros que cité en el capítulo anterior fue Entre la vida y la muerte,de Robert Kastenbaum;relatos de sucesos entre la vida y lo que no sabemos qué.
    Sheldon Ruderman padecía en 1959 de un tumor de pecho que se extendía hacia la región del pulmón derecho y el mediastino,por lo que era difícil operar.Sometido a radiación,sí se le redujo considerablemente el tumor.En este estado quedó embarazada su esposa,y Ruderman deseó vivir,para criar a su hijo.El cirujano accedió entonces a operar,sin fe en el éxito.La intervención duró ocho horas,y se le extrajo lo que quedaba del pulmón derecho.Sometido a una dosis de demerol cada tres horas,perdía la conciencia;hasta que a la semana rogó que se le levantara el tratamiento.Cuando recobraba la conciencia sentía que se había estado moviendo por la habitación,y que incluso su mano penetraba por la pared:pero eran ensoñaciones y pesadillas.Al parecer fue sometido días después a nueva intervención en el pecho,con anestesia local,mediante inyección de novocaína o calmante similar.Esta intervención duró tres horas,pero lo que cuenta el paciente vuelven a ser pesadillas.También son pensamientos,sentimientos y reflexiones de enfermo grave cuanto cuenta de los días que siguieron a esta intervención.Lo que cuenta sobre las energías temporales que recibía pensando en Santa Claus es autosugestión.Menos sirve cuanto dice sobre su recuperación,puesto que se pensó muerto,pero no lo estuvo.
    Pérdida de conciencia no es muerte,y ya hemos dicho que los casos que cita Moody son de pacientes que estuvieron entre la vida y la muerte,no muertos.Tampoco me interesa el estudio que hace Bárbara Ross de la muerte con base en el Libro de los muertos,Platón y Aristóteles,la revolución científica,el impacto del mesmerismo o los fenómenos paranormales.Charles A. Garfield,miembro de un equipo de investigación sobre el cáncer,relata también casos de moribundos,y como unos vez la luz blanca y música celestial,pero otros demonios,y los demonios no existen,me inclino por seguir creyendo que todos los relatos de estos libros son de pacientes en estado de muerte,que no nos sirven para saber si hay vida espiritual tras la muerte.
    Larry,por ejemplo,fue un ex marino de 20 años que se murió de leucemia aguda.Nada nos dijo muerto,y muy poco mientras moría.
    Igual sucedió con los 434 adultos estudiados por Richard A. Kalish,y por tanto ninguno de ellos tuvo contacto o encuentro con persona fallecida tras la muerte,sino estando moribundo.
    El estudio de Russell Noyes Jr. se basa en 215 relatos de 205 moribundos,y por tanto no aporta tampoco nada a un estudio sobre la muerte.Pero lo de la memoria panorámica,el recuerdo que el moribundo hace de su vida,sí puede ser cierto,pues lo realizaba mi madre estando grave,durante muchísimos meses antes de entrar en agonía.
    Las experiencias extracorporales (OBE) las realiza o realizaba Sandor B. Brent incluso con universitarios,y por tanto estos viajes al espacio exterior son sólo mentales.
    Sandra L. Bertman ha estudiado la comunicación con los muertos en el arte,la literatura y el canto,y por tanto su estudio tampoco sirve lo más mínimo para que sepamos lo que espiritualmente hay tras la muerte.Voy a hacer sin embargo un inciso,para recordar que en el universo la materia tampoco se destruye,sino que se transforma.Las reencarnaciones hindúes y resurrecciones judías son así técnicamente factibles o posibles,aunque yo no crea en ellas.El problema sigue siendo que yo concibo separados el espíritu y la materia universal,mientras en el ser humano vivo están unidos.Hasta la fecha no he concedido mucha posibilidad de resurrección al cuerpo o cadáver,pero sí he admitido que el espíritu no muera.Y como en el universo la materia estelar orbita alrededor de la masa espiritual de la que procede,no veo cómo aplicar esta realidad universal a nuestra vida de post-mortem.Incluso aceptando que es también nuestro espíritu quien crea nuestro cuerpo,aunque llamemos a ese espíritu energía,¿el cadáver al cementerio,y nuestra energía a una región estratosférica (condenación católica) o más celestial (salvación católica)?.Científicamente es absurdo,pero mi universo no es el científico,ni mi dios el católico,y si un ser vivo terrestre es unión de espermatozoide y óvulo,huevo o zigoto,tal vez la muerte consista en 1)la materialidad del espermatozoide u óvulo al sepulcro,2)su energía a la estratosfera (condenación católica) o a alguna región de nuestro sistema solar (salvación católica).
    Encontrarnos entre la vida y la muerte puede ser no estar ni vivos ni muertos,y por tanto no ser ya ni huevo ni energía vital.A este huevo de ahora llamamos cadáver,y lo enterramos o incineramos.Es la física la que dice que la energía no muere sino que se transforma,y precisamente se transforma en una nueva materialidad (E ó mc).Como vemos no son dos,sino tres,los factores que explican el universo:1)la energía,que yo concibo como masas espirituales divinas,2)la materia,que a nivel universal comienza con las estrellas,y 3)la radiación gamma o luz,que es la que incide sobre la materia para transformarla en energía.Es pues sintomático que el moribundo vea una luz al morir,pues es la que multiplicaba a su cuerpo para transformarlo en espíritu,en energía vital.El cadáver (m) a la sepultura;y m = E/c,energía vital dividida por su radiactividad gamma.No nos queda nada para otra vida,pero c = E/m,nuestra radiactividad gamma o luz es igual a nuestra energía vital dividida por el cadáver.La energía universal (E) es materia multiplicada por luz divina o espiritual,lo que quiere decir que la estrella es energía divina dividida por luz divina.Es estrella la masa o materia que emite luz,y yo creo que es masa o materia por ser E/c (masa espiritual divina dividida por su radiación gamma).Si nuestra energía vital (E) es parte de la energía universal,el universo no muere con nuestra muerte,y por tanto todo el misterio consiste en que E ó mc se transforma en m,E/c.La m,el cadáver,a la sepultura;E/c,nuestra energía vital o espiritual dividida por su radiactividad gamma o luz,1)a los confines de la estratosfera terrestre si morimos con remordimientos de conciencia,o al sistema solar,del que procedemos,si morimos sin remordimientos de conciencia.
    Rafael Gonzalo Jiménez

  7. #27
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    Predeterminado Una simple aclaración

    Naderías metafísicas
    XXVI.- Una simple aclaración

    Estamos tan influenciados por el invento judío del “hagamos al hombre a nuestra imagen” (Génesis),que incluso los no creyentes como yo siempre aplicamos fórmulas divinas a las humanas.
    La fórmula E ó mc (energía es masa multiplicada por la velocidad de la radiación gamma de la masa espiritual de la que la masa procede) es aplicable solamente a las masas luminosas que llamamos estrellas.
    Los planetas proceden de las estrellas,y los considero ya masa obscura.A los planetas es por tanto aplicable la fórmula de Einstein: E ó mc2 (energía es masa multiplicada por la velocidad de la luz solar al cuadrado).
    Es obvio que ésta es la energía atómica,por lo que nosotros no debemos estar multiplicados por c2,sino por mucho menos.Voy a suponer que sólo estamos multiplicados por la energía que recibimos del sol,y a esa energía voy a llamar vida.Por supuesto,es la energía que perdemos al morir.
    Provisionalmente voy a transformar pues la fórmula de Einstein en esta otra: E ó mv (espíritu es masa corporal viva).Y voy a dar a v el mismo valor que a m.
    m será así cuerpo sin vida,cadáver;mv cuerpo vivo,espítitu;y v ó E/m la vida que recibimos del sol.Tras la muerte enterramos el cadáver,y la vida es la que se nos marcha.
    Voy a suponer,exagerando,que constamos de cien millones de células y neuronas (una galaxia celular),y que con referencia al hidrógeno podemos dar a cada célula o neurona un valor de 16.Aunque sea exagerando,nuestro cuerpo (m) tendría entonces un valor de 115;nuestra vida igual valor;y nuestro espíritu un valor de 130.
    Enterramos pues nuestro cadáver,cuerpo sin energía,de supuesto valor 115.Marcharía a los confines de nuestra estratosfera,o mejor al espacio de nuestro sistema solar,o al menos de nuestro planeta,nuestra vida (E/m),de igual valor que nuestro cadáver,115;y si queremos hacer un chiste a esta vida de ultratumba podemos llamar cuerpo astral.Y aunque esté hablando en parábola,estamos comenzando a comprender también lo que llamamos mente o alma humana:ciertas neuronas de nuestro neocórtex,las que son base de cada una de nuestras capacidades mentales,impactadas o multiplicadas por la vida.
    Enterramos o incineramos nuestro cuerpo,repito,pero marcha a los confines de la estratosfera terrestre,o al espacio terrenal,nuestra vida.Y al decir esto estoy diciendo una perogrullada,puesto que morir es perder la vida.
    Vivir es pues tener o poseer espíritu o energía vital (E).Morir es desintegrar nuestro espíritu o energía vital en masa corporal inerte,cadáver (m) y enviar el resto,la vida,(E/m),a los confines de la estratosfera terrestre o al espacio terrenal.
    La masa o materia,el cadáver,se transforma en lo que conocemos;cuerpo putrefacto que termina primero en esqueleto óseo,y esqueleto óseo que puede que termine en hidrógeno.La energía también se transforma,pero no emitimos al morir energía alguna,sino vida,E/m.Y por cuanto no creo en las reencarnaciones,vamos a suponer que permanece como energía o espíritu individualizado,por lo que no esperen que crea tampoco en los fantasmas irlandeses o en los espíritus del espiritismo.
    La Tierra procede del Sol,la Luna de la Tierra,y si del Sol recibe luz y energía nuestro planeta,puede que no hayamos recibido de la Tierra más que el cuerpo que la entregamos cadáver.E (nuestra energía vital o espíritu) fue efectivamente cuerpo (m) multiplicado o impactado por la vida que recibimos del sol.Muertos el Sol sigue existiendo y brillando,y es pues cierto que no enterramos su luz ni su energía.Veo pues factible que nuestra E/m (nuestra vida) no muera,y siga viviendo,puesto que es científicamente concebible que vida sea energía que recibimos del sol,y por tanto no tiene que perecer o morir,porque muera nuestro cuerpo;al menos no mientras el sol exista.
    Espíritu o energía vital:E ó mv;cuerpo muerto o cadáver:m;cuerpo vivo mv;vida (v ó E/m,espíritu dividido por cadáver).
    Al morir entregamos pues a la Tierra lo que recibimos de ella,el cadáver (m),y al sol lo que recibimos de él,la vida (E/m).
    Las estrellas,masas materiales que concibo divinas,como toda la materia universal,no mueren tampoco,sino que se transforman.Digamos pues que de nuestro sol nacerá otra estrella,otro sol.Y digo ya esto porque,aunque sea sólo a nivel de sistema solar,nuestra vida de ultratumba ni siquiera dependería del sol.
    Mas concibo el universo naciendo en dios-átomo y regresando a él.Los sistemas solares son así muy a la larga perecederos,como las galaxias y antigalaxias.De un sol (estrella) nacería otro sol (estrella) mientras el universo sea expansivo.Y van desapareciendo las estrellas,y por tanto las galaxias,cuando el universo es implosivo.
    No me aparece,al menos ahora,vida eterna para nosotros tras la muerte,pero nadie nos ha dicho que seamos dioses.Mas,si fuésemos como dios,semejantes a él,a una etapa de expansión (de zigoto a difunto),sucedería otra de implosión (que no podría ser de difunto a zigoto,por cuanto vida y materia están ya separadas).Este intento de compararnos a dios ha vuelto a ser pues negativo,pero puede ser que dios,que yo concibo como masas y antimasas espirituales,sea precisamente E/m,vida.En ese caso hemos sido entes o seres espirituales mientras vivimos (unión de materia y vida),lo que no sucede con dios y el universo,y tras la muerte somos seres más universales,por cuanto nos escindimos en vida y cadáver (materia).Si hubiese relación entre nuestro cadáver (m),y nuestra vida de postmortem (E/m),lo que es posible,es cuando el cadáver termina en hidrógeno (m),y nuestra vida en muy diminuta (E/m).
    Vivos y muertos formamos pues parte del universo,lo que en mi creencia es formar parte de dios.Pero lo que tenemos que hacer es 1)no creer que dios es hombre,nacido incluso de mujer;2)no creernos dioses.
    Rafael Gonzalo Jiménez

  8. #28
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    Predeterminado Vida después de la vida (I)

    Naderías metafísicas
    XXVII.- Vida después de la vida (I)

    En mi escrito anterior he aceptado que dios sea vida (E/m),no porque deje de considerarle masa y antimasa espiritual (E),sino porque ya haya materia (m) en el átomo divino.Y si es así pueden creer que yo al menos admito que la vida es eterna.
    Participamos de esa vida a través del sol,del que la recibimos,y probablemente entregamos;pero recuerden que yo considero a las estrellas masas materiales divinas,y por tanto no tengo inconceniente en aceptar que recibimos la vida de dios.A él la entregamos entonces también.
    Los relatos sobre la vida de ultratumba comenzaron con el libro Vida después de la vida,de Raymond A. Moody Jr.Y,aunque ya lo he resumido y comentado más veces,creo conveniente hacerlo ahora de nuevo.
    Reafirmo mi creencia en que los casos de muerte a que se refiere este libro han sido de moribundos,y no de muertos clínicos reanimados.Por eso acepto lo del túnel (la vida escapándose de la conciencia),e incluso lo de la luz,pero no que vean “amigos o parientes ya fallecidos que les dan la bienvenida cariñosamente”;estos son pensamientos o sueños,pero es imposible que sea realidad,entre otras causas y razones porque esos amigos y parientes son cadáveres (m) y vidas de ultratumba (E/m) desde el mismo instante de su fallecimiento.Imposible pues que ninguno de nosotros podamos reconocer amigos o familiares difuntos al morir.
    Celebro que todos nosotros muramos en paz y alegría,y por eso mi eutanasia se reduce a que se nos elimine el dolor mediante fármacos.
    Niego por eso la posibilidad de contactar con personas fallecidas,y afirmo categóricamente que si alguien es consciente del entorno tras ser dado clínicamente por muerto,es porque sigue vivo.Hay que tener pues mucho cuidado con estos pronósticos,pues la gran angustia no es morir,sino que seamos enterrados o incinerados vivos.
    Ningún muerto ha regresado pues a la vida,Jesús tampoco,que ni siquiera fue crucificado,sino lapidado.
    Flotar pues fuera del cuerpo es sensación de moribundo,no de difunto;y repito que imposible que otras personas nos ayuden en la “transición a otro plano de existencia”.Al morir 1)el cadáver (m) a la tumba o al crematorio (recomiendo la tumba),y 2)la ya vida (E/m) es inmaterial:espíritu dividido por materia.Ya he aceptado que esta masa o materia (m) es la misma del cadáver,por lo que hay relación entre vida de postmortem y cadáver,pero tan separados que a las pocas semanas de morir nuestra materia es irreconocible.
    Es corriente comparar la muerte con el sueño,pero no tienen nada en común,por cuanto dormir es simplemente no tener conciencia,estar vivos inconscientemente.Morir no es pues “como dormirse”,puesto que muerte es efectivamente “la aniquilación,para siempre,de la experiencia consciente”.Y mucho más,porque es una separación entre nuestra materia o cuerpo (m) y nuestra vida (E/m),con lo que desaparece también nuestro espíritu,pues no es lo mismo E = mv que E/m y m.
    La muerte no puede pues ser definida ni siquiera como aniquilación de la conciencia,y aunque sea verdad que desde los hombres del Neanderthal muchos han creído que “existe algo tras la muerte”,la creencia no es ciencia,si entendemos por ciencia veracidad.La posible vida que exista tras la muerte,y que yo la estoy dando por segura,nos es totalmente desconocida.
    Olvidándonos del cadáver,puedo pues aceptar que muerte sea “el paso del alma o mente a otra dimensión de la realidad”.Pero las neuronas que posibilitaron ese alma o mente quedan relacionadas con la vida de ultratumba de acuerdo con mi ya célebre E/m,y sabemos que a las pocas semanas de la muerte ni siquiera existen ya esas neuronas en el cadáver.Llamando pues de nuevo a todas nuestras potencias y actos mentales mv (neuronas con vida),ninguna de esas potencias sobrevive a la muerte,puesto que pasan a E/m.
    Conforme pues con que los casos que relata este libro son “experiencias cercanas a la muerte”,por lo que ningún médico ha resucitado a nadie,sino que simplemente le ha prolongado la vida,cuando estaba a punto de perderla.
    No morimos porque los médicos nos declaren muertos,y por tanto insisto en que todos los casos que relata este libro son de vivos en mayor o menor grado de trance de muerte.Comenzar a escuchar un ruido desagradable,un zumbido chillón,y sentir que se mueve rápidamente por un túnel largo y obscuro es pues sensación de moribundo,no de difunto.Sentirse fuera de su cuerpo físico,pero en contacto con el entorno inmediato,es de moribundo también.Ver el cuerpo desde fuera,y estar en estado de excitación nerviosa,es visión y sensación de moribundo igualmente.Si al rato se sosiega,y empieza a acostumbrar a su extraña sensación;se da cuenta de que sigue teniendo cuerpo... es que comenzamos ya con un moribundo no muerto que no dice la verdad,pues en el trance de la muerte no tenemos naturaleza diferente,ni “poderes distintos a los del cuerpo físico que hemos dejado atrás”.Los relatos de los pacientes de Raymond A. Moody Jr.,o no han estado en gran peligro de muerte,o no dicen la verdad.Fantasía es pues que otros vengan a recibirlos y ayudarlos,que vean espíritus de parientes y amigos fallecidos,y por tanto fantasía también el ser luminoso que no habían visto antes.
    El libro de Raymond A. Moody Jr. que de nuevo comento es pues literario,no científico.Y lamento que no hayan sido tan sinceros sus testimonios,pues que “el ser luminoso,sin utilizar el lenguaje,le pida que evalúe su vida” no es más que mentira de cazador.Tras la muerte no existe lenguaje humano,y por tanto ni este supuesto moribundo puede dialogar con ese ser luminoso en forma inteligible.Que este “ser luminoso”,sin utilizar el lenguaje,le pida que evalúe su vida,y le ayude mostrándole una panorámica instantánea de los acontecimientos más importantes,simple creencia judeo-cristiana-católica.De ahí que estos no muertos,vivos por tanto,aunque moribundos,digan “en determinado momento se encuentran aproximándose a una especie de barrera o frontera que parece representar el límite entre la vida terrena y la otra”.Y más curioso es que digan “descubre que debe regresar a la Tierra,que el momento de su muerte no ha llegado todavía”.Lo acaban de reconocer:fueron moribundos,no difuntos.
    Me gusta que estos moribundos digan “se resisten,pues ha empezado a acostumbrarse a las experiencias de la otra vida,y no quieren regresar”.
    Yo no puedo creer que la mente sin neuronas sea igual a la producida por neuronas,y por tanto E/m (espíritu dividido por cuerpo humano) no es mv (masa viva,cuerpo humano).Que a estos moribundos les resulte problemático expresar sus vivencias es también creencia religiosa,de vivo que no de difunto.El libro de Moody Jr. no nos testifica pues nada sobre la muerte,sino a lo sumo sobre el trance de muerte de cristianos,metodistas o no.
    Rafael Gonzalo Jiménez

  9. #29
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    Predeterminado Vida después de la vida (II)

    Naderías metafísicas
    XXVIII.- Vida después de la vida (II)

    Por eso el propio autor que comento dice que algunos no recuerdan nada en absoluto de sus “muertes”:los que estuvieron en mayor trance de muerte.
    No puedo pues dar por reales ninguno de los testimonios que se citan en este libro,aunque ya he dicho que es posible que sintamos la muerte como un rápido pasar por un túnel:nuestra conciencia abandonando las neuronas en las que se forma.Es posible también que en esos instantes nos sintamos fuera del cuerpo físico,pues la muerte es precisamente separación de cuerpo y vida.No son por tanto verídicos testimonios como éste:“cuando salí fuera de mi cuerpo físico es como si saliera de mi cuerpo y entrara en otra cosa.Era otro cuerpo... pero no un cuerpo humano normal.Era algo diferente.Ni un cuerpo humano ni un globo de materia.Tenía forma,pero no color.Poseía algo que usted podría llamar manos”.Cuando la vida abandone nuestro cuerpo pasa a la atmósfera,a través de las paredes de donde muramos,y de la atmósfera a los confines de la estratosfera como destino más cerca (lo que he llamado condenación religiosa,pues lo haría a una región de 10.000 ºC de temperatura media),al espacio terrestre como destino más probable,o al espacio Sol-Tierra como viaje más lejano (y en todos estos casos hablo ya de salvación religiosa).Y todos sabemos,más o menos,lo que es la región límite de nuestra estratosfera,o lo que es el espacio interplanetario.
    Ya he dicho también que es muy probable que al morir veamos “luz muy brillante”,siendo posible que sea de color blanco o transparente,de brillo indescriptible,sin que dañe a la vista ni deslumbre,siendo ya más discutible que “no impida ver las cosas que los rodean”.Recibimos la vida del Sol,que emite luz,por lo que nuestra vida bien puede ser luz solar.Por lo que es fantasía decir que lo que ven es un ser luminoso,un ser personal con personalidad bien definida,siendo ya simple creencia los que identifican esa luz con Cristo,del que recuerden que ni siquiera ha existido,pues cristo significa mesías,y mesías es simple creencia judía.Como tantas veces digo,existió Jesús,pero no Cristo,y por tanto tampoco Jesucristo.
    Fantasía pues que los moribundos oigan voces “del otro mundo”;que hablen o dialoguen con seres extraterrestres o extraterrenales,o que vean las fronteras o límites entre este mundo y el otro como masa de agua,niebla gris,una puerta,un cercado,etc.Nuestra vida marcha a los confines de nuestra estratosfera como destino mínimo,pero aunque atraviese nubes la vida no es pensamiento.Pensamos y sentimos con vida neuronal;es una incógnita lo que sea la vida desprovista de neuronas.
    Creencia religiosa,e incluso ignorancia,son por tanto confesiones como ésta:“Dios fue bueno conmigo,pues estaba muerto y permitió que los doctores me resucitaran”;o “el Señor me envió de regreso”.Lo de “encontrarse en el techo,viendo cómo trabajaban con mi cuerpo”,simple pesadilla.Irreal también “decidí regresar”,pues si dependiera de nosotros no moriríamos ninguno.
    El libro que comento termina hablando de la Bíblia (libros),de Platón (muerte es la separación de alma y cuerpo),del libro tibetano de los muertos,escrito en el siglo VIII a.C. (fantasías sobre los estadios que atraviesa el alma tras la muerte),y de Emanuel Swedenborg (el hombre,cuando muere,pasa de un mundo a otro;con ángeles que le hacen preguntas,y otras inexactitudes como ésta:“el espíritu de un hombre recién salido del mundo es reconocido por sus amigos y por aquellos a quienes había conocido en el mundo,que lo instruyen de lo concerniente al estado de vida eterna”).
    Muchas de las experiencias narradas en este libro fueron causadas por las medicinas administradas al moribundo,y por cuanto 1)ni son experiencias de postmortem,pues no murieron,2)ni son realistas,el libro debería haberse titulado Fantasías en trance de muerte.
    Rafael Gonzalo Jiménez

  10. #30
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    Predeterminado La deontología de un profesor de medicina

    Naderías metafísicas
    XXIX.- La deontología de un profesor de medicina

    Don José Manuel Ribera es doctor en medicina y profesor en la cátedra de Patología,autor de Reflexiones sobre la propia muerte,que es el libro que ahora voy a comentar y resumir.
    Yo no me quejo de que nuestra sociedad esté poco obsesionada con la muerte,y desde luego el médico lo es para prolongar la vida.Por supuesto,que ignoremos cuándo vamos a morir no es ninguna laguna de la ciencia biológica,y saber cuándo vamos a morir nos causaría angustia.Me congratulo que más de la mitad de los fallecidos en Europa superen los 75 años,y que el 68% de estas muertes no sean por imprevistos ni accidentes.
    Indiscutiblemente,el médico debe saber más que el enfermo cuándo es posible que muera,pero no se lo debe comunicar hasta que la muerte aparezca inminente,y sin error de pronóstico.Y tal vez ni siquiera en estos casos.
    Veo que este médico es algo o muy partidario de la eutanasia,tal y como se practica,y ya saben que no me gusta.Cuando un enfermo terminal dependa de la máquina no debe ser nunca el médico quien se oponga a ello,y tampoco la familia.Creo pues que los países desarrollados no deben practicar la eutanasia por motivos económicos,aunque casos de inconsciencia terminal muy prolongados permitan plantearse la eutanasia,si de veras al tiempo de enfermedad se une la convicción médica de que el estado es irreversible.
    Los hospitales españoles,sin embargo,están enviando ya a casa a todo paciente al que se le administre terapia de urgencia normal,por grave que se encuentre.Y si bien la medicina debe aprender de la norteamericana cuanto pueda y deba,no deben ser las revistas médicas de los EEUU las que indiquen cuándo hay que informar al paciente de su posible muerte.
    Tampoco se necesitan cátedras especiales en las facultades de Medicina para resolver estos temas,pues insisto en que el médico lo es para curar,y no para enterrar.Y lo mismo digo de los libros de texto,aunque indudablemente la información sobre su estado de salud de cada paciente corresponde al médico,y no a los humanistas.
    No me parece mal lo de la mentira piadosa,pues un enfermo grave que sepa que va a morir se angustia.Y desde luego este tema,como otros muchos,no debe solucionarse con encuestas.
    El enfermo tiene derecho a conocer la verdad,siempre que esa verdad no le perjudique.Ya he dicho,y lo repito para vergüenza de ese hospital,que el de Plasencia (Cáceres) nos comunicó la muerte irremediable de mi difunta madre cuatro años de que sucediera,y por supuesto mandándola a casa;y como fui yo quien la asistió en su muerte,debo asegurar que no habría muerto cuando murió si hubiera estado mejor asistida.
    La verdad sólo es una,pero no creo que ningún médico esté en posesión de esa infalibilidad.Y,por supuesto,aunque por error el médico desahucie a su enfermo,si no le presta toda la asistencia técnica y farmacéutica que pueda,es mejor que se dedique a matarife de animales para el consumo humano de carne.
    Me gusta pues que este médico defienda la tesis de que nadie obligue al médico a comunicar la verdad al paciente en situación que entrañe peligro de muerte,porque si el paciente está consciente,es el que mejor conoce su mal.
    No estoy pues conforme con que “si el paciente afirma que desea conocer la verdad,sea cual fuere,tiene derecho a que el médico se la comunique”.Defiendo la praxis de la mentira piadosa,1)por cuanto el médico debe luchar por curar al enfermo,y 2)el enfermo tiene derecho a que verdades o errores no lo angustien más.
    Es lógico que el anciano sienta la muerte más cercana que el joven,pues también reacciona ya peor biológicamente ante cualquier enfermedad.Me estoy refiriendo a pronosticar una muerte segura,y no a comunicar al enfermo si tiene o no cáncer,primero porque el enfermo siente las secuelas de su enfermedad,y segundo porque es necesaria la cooperación del paciente.Pero insisto en que lo grave es que un médico pronostique cáncer siendo tumor benigno,si bien hoy ya no es el caso,dados los progresos que existen en los análisis y biopsias.
    Que sólo el 26,5 % de los venezolanos terminales quiera conocer su situación me parece normal,y no creo oportuno que este profesor cite al respecto a J.L Borges:“Yo apruebo el suicidio,aunque no les guste a los médicos y otra gente.Tuve muchos amigos suicidas,y creo que el suicidio no es un crimen.El hombre tiene derecho a disponer de su vida,tiene derecho a suicidarse”.
    Hay que contar con la familia,pero siempre en beneficio del paciente.Y el médico,cuando lo necesite,debe obtener de la familia cuanta información pueda sobre su paciente.
    Es comprensible,por razones económicas,que incluso un enfermo terminal permanezca en su casa,si no requiere de tratamiento y terapia especial en el hospital.
    No hay que confundir técnicas de reanimación con técnicas de resucitación,pues se está llamando resurrección a prolongar la vida,aunque sea con máquinas.E,incluso en los casos más agudos,se debe aplicar la máxima del morir con dignidad.Sin admitirse intromisiones teológicas,para que nadie nos de sermones sobre la indignidad de morir con dignidad.
    No voy a comentar los tres capítulos que este autor dedica a encuestas sobre la propia muerte,y no es mucho lo que añade en sus conclusiones.
    Resumiendo,no es mucho lo que nos ha enseñado el profesor,en 125 páginas.
    Rafael Gonzalo Jiménez

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