Sería tan fácil, señor.
Seria tan fácil,
Cerrar los ojos y pensar que nada paso,
Dejando pasar las horas,
Buscando un porqué y un perdón.
Seria tan fácil olvidar nuestro pasado,
Vivir el presente y prevenir el futuro,
Seria tan fácil para un enamorado gritar a los 4 vientos “te amo,”
Pero no para mí,
Es sutil la manera de quererle que no puede ser así de fácil,
Es complicado y me angustia,
Es el futuro lo que preocupa.
Seria tan fácil,
Decirle a ella y al mundo entero la verdad, señor,
Todo lo que le hago sentir y lo que me hace sentir,
Para que le comprenda,
Pues alguna vez ella misma deseó algo prohibido;
Nuestra pasión, amor y cariño son enmienda de algo
Que no funcionó ni funcionará,
Perdone mi frialdad,
Pero usted sabe que es verdad.
Pide mi abstinencia para aclararse la mente,
Es para decidir a quién ama y a quién le miente,
Pide mi discreción,
Mas no mi total disipación,
Pues sabe que lo que sentimos no está mal,
Es que la situación complica el asunto,
Gracias a una mala decisión y a documentos adjuntos
Ahora existe una respuesta que puede devastar a un trío de corazones.
Señor anule su encanto,
Para continuar usted su vida y yo la mía,
Déme razones:
Una razón para no mirarle al pasar,
Para que no me llame la atención su porte al caminar,
Para no desearle, señor,
Para no despertar pensando en su ausencia o en su insistencia que revive y mata,
Para dejar de amarle, señor,
Solo una razón
Para dejarle, o para quedarme.
Y al final, señor,
No hay ganador ni perdedor,
Solo cargos de conciencia y mil preguntas en la cabeza.
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