Comprendo ese sueño tan bonito, ese deseo de que Dios sane a los enfermos.
¿ Quién no desearía que sus amigos o familiares enfermos fuesen sanados por el "Todopoderoso", ¿ verdad ?
Sin embargo, hay que ver la realidad : conocí a montones de creyentes con muchas enfermedades; les visité en los hospitales donde muchos de ellos fallecieron, y por más que les oré para que Dios los sanara, ninguno se sanó. Y no sólo yo, sino que también iban pastores y evangelistas a orarle a esos hermanos enfermos, pero nunca vi a ninguno ser sanado. ¡ A NINGUNO !
Lamento destruirle ese bonito sueño a mis queridos amigos teístas, pero es la verdad : Cristo NO sana.
Y NO sana, porque NO existe. Lógico.
Marcadores