Emeric, al fin estoy casi completamente de acuerdo contigo. Y digo "casi" por que en una cosa no:
Dios no aprobó esa abominación.
Todo lo que relatas es cierto. No tengo nada que agregar. Pero no puedo aceptar lo que sostienes:
[size=4] Jehová aceptó el sacrificio humano que le ofreció su "siervo" Jefté [/size]
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No puedes demostrar que Dios lo aprobó. Estás utilizando la regla: "otorgamiento por omisión", o "quien calla otorga". Me dirás que lo que Dios no condena explícitamente entonces lo aprueba.
Gracias, Andrew, por tu comentario. Pues te diré, que no sólo es válido el argumento de "quien calla, otorga", sino que, peor todavía, el autor del libro de los Jueces no condena la abominación cometida por Jefté.
Fíjete que cuando David cometió aquellos DOS terribles pecados (el de exponer a Urías heteo a la muerte, consiguiéndolo, y el de cometer adulterio con la mujer de Urías, su prójimo) el autor tomó el cuidado, se dio la pena de cerrar el capítulo 11 del 2do. libro de Samuel con estas palabras :
"Mas esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová", cosa que no vemos en Jueces 11.
Y aún peor todavía, la Biblia dice que tras haberle Jefté dicho a Dios :
"Si entregares a los amonitas en mis manos, cualquiera que saliere de las puertas de mi casa, cuando regrese victorioso de los amonitas, será de Jehová, y LO OFRECERé EN HOLOCAUSTO", "Y fue Jefté hacia los hijos de Amón para PELEAR contra ellos; Y JEHOVá LOS ENTREGó EN SU MANO", Jueces 11:30-32.
Lo cual significa que Dios estaba tan y tan de acuerdo con el sacrificio humano que su siervo Jefté le ofrecería, (en su presciencia El lo sabía, ¿no es cierto?) que contestó la oración de su siervo, concediéndole la victoria que Jefté le pidió en oración.
No es aceptable ese juicio, y olvidas esta otra regla: "Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, mas a otros se les descubren después". (1Tim. 5:24).
Objeción : Cuando Jefté cometió ese acto tan bárbaro de sacrificar en holocausto a su propia hija, ya Jehová había prohibido tales sacrificios humanos. Jefté no tenía ninguna razón seria para desobedecer a Dios y éste sí que tenía una buena razón para decirle a Jefté :
"Oye Jefté, ¿nunca has leído lo que le mandé a mi siervo Moisés en Lev. 18:21 y Dt. 12:31? ¡¡¡ Ni se te ocurra ofrecerme a nadie en holocausto ya que para mí eso es ABOMINACIóN y esa fue una de las razones por las cuales eché a los cananeos de esta tierra !!! ¡¡¡ Deberías saberlo ya que te puse por juez de mi pueblo !!! ¡¡¡ Debería darte vergüenza !!!!!! ".
No. ¡ En vez de darle un tirón de orejas a Jefté y de deponerlo, Jehová le concedió la victoria y aceptó ese HORRENDO sacrificio humano, pisoteando su propia Palabra !
Saludos.
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