Leí sobre un estudio hecho por una psicóloga canadiense, sobre 400 casos de padres en un supermercado y su actitud ante los hijos “feos”. Allí determinaron que habria una tendencia a no prestarles la misma atención que a los “bonitos”. Siendo los hijos una suerte de proyección de nosotros y que de alguna forma serían privilegiados por acercarse a los cánones de belleza y aceptación social imperantes.
Ante esto no pude más que preguntarme y haciendo un gran esfuerzo por volver a mis años de tierna infancia, si acaso ese sombrero de lana, enorme y que me tapaba la cara, sería realmente para protegerme los oidos del viento o habría alguna otra oscura intención?????
El mundo no deja de asombrarme....
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