
Iniciado por
Tosi23
Pero el fenómeno religioso, para cualquier progresista, es, además, una realidad social, política y un producto de las mentes humanas, como diría Feuerbach. Idealismo incompatible con el pensamiento científico y con la realidad social e histórica ya que son los hombres, la sociedad formada por individuos, quienes crean sus propias realidades culturales, científicas y políticas.
La Ilustración estableció las diferencias entre estos campos: idealismo y materialismo, y, posteriormente, Marx lo argumentó afirmando que:
“No es la conciencia la que determina la vida, sino la vida la que determina la conciencia. Desde el primer punto de vista, se parte de la conciencia como si fuera un individuo viviente; desde el segundo punto de vista, que es el que corresponde a la vida real, se parte del mismo individuo real viviente y se considera la conciencia solamente como su conciencia.”1
Tal vez, una de las mayores perversiones del pensamiento precientífico y predemocrático sea la de quienes inventaron que el individuo tiene un cuerpo y un alma. Al hombre precientífico le costaba trabajo entender que el Sol no era un dios sino una simple estrella, entre cientos de miles de millones.
No eran capaces de entender que la Tierra se moviera sobre sí misma y en torno al Sol. No podían entender que el Universo estuviera en expansión y fuera finito, quienes se atrevieron a pensar lo contrario fueron quemados o condenados por las autoridades religiosas. Para los hombres cultos de la época precientífica, el clero, el Universo era poco más que el sistema solar y unas cuantas estrellas que pueden verse por las noches.
Sus conocimientos estaban limitados por su capacidad científica o mejor sería decir, por su ignorancia en asuntos científicos. Por eso necesitaban crear dioses, para colocar en ellos el fundamento de su ignorancia.
Con esto lo único que consiguieron fue desplazar el problema desde un nivel científico a un nivel teológico, pero no lo pudieron resolver. Al revés, crearon otro problema, ahora no solamente necesitaban el desarrollo del pensamiento científico y democrático para explicarse los fenómenos físicos y sociales, sino que necesitaban demostrar la existencia de dios.
Pero es que la cuestión de dios es un asunto de interés para quienes viven de esa creencia: las burocracias clericales y los sistemas políticos no democráticos, que pretenden legitimarse afirmando que su origen es divino. No olvidemos que Franco fue “Caudillo de España por la Gracia de Dios”, pues por las urnas no pudo serlo.
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