Un año con vosotros,
compartiendo la vida
con almas sin rostros.
Un año aprendiendo
de las experiencias
que vamos escribiendo.
Un año reflejandome
en este puzzle de cristales,
formado de espejos,
viendo y sintiéndome
en cada uno de ellos,
en el momento triste
de los dias grises,
en los alegres ratos
de azules mañanas.
Un año contando
partes de mi vida,
y al leerlas de nuevo
seguir recordando.
Un año sabiendo que
cuando esté solo,
a pesar que vivais lejos
estais encima de mi mesa.
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