Me transforma con su pasión,
En algo que no soy,
Es una mezcla de labios, manos y deseo,
Que me hace quererla más de lo que quiero.
Me confunde con sonrisas de bondad,
Con palabras tan sensatas,
Con su voz enamorada,
Que la oigo y mata.
Mira callada desde un rincón,
Mientras adentro crea su propia revolución,
Transmitiendo todo con su mirada
Y con su sonrisa de ‘’no quiero nada’’.
Fernanda, ni niña ni mujer;
La del cuerpo perfecto,
La del comportamiento maduro,
La de pensamientos seguros,
La que me trae vuelto loco;
Fernanda dame la solución
Para dejarte de querer un poco,
Que me matas, ya respiro corto.
Bien puede ser mi motivo de deseo,
Como mi más puro sueño,
Tiene impulsos pasionales,
Pensamientos amigables y conmigo va a ceder,
¿Por qué me quieres Fernanda?
Si habiendo tanto imbécil,
Me fuiste a encontrar a mí,
No es que me queje, Fernanda,
Pero es que tu mirada
Me carcome ya nada,
Pues tus besos me lo han quitado ya todo,
Oh! Fernanda.
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