El resonado caso de Paris Hilton, que perdió su agenda electrónica cuya contraseña era el nombre de su perro, recuerda la importancia de es***** bien

La mano del hombre falla tantas veces como acierta. Y en lo que a seguridad informática se refiere, las más de las veces la cadena de errores comienza en el punto que aparenta ser el más inocente pero que en realidad es crucial: la elección de la contraseña.

De nada sirve tener sistemas de seguridad ultra-sofisticados si luego se seleccionan claves de entrada previsibles, que podrían ser detectadas por los hackers en apenas minutos y apelando sólo al sentido común. Un simple desciframiento de letras o incluso la búsqueda de palabras comunes puede abrir la puerta a correos electrónicos, cuentas bancarias, entradas de blog

Es bueno recordar que cualquier combinación de menos de 8 letras que contenga números y símbolos, mezclando mayúsculas y minúsculas, no es una contraseña segura, asegura una nota del sitio español El Mundo .

En consecuencia se recomienda usar contraseñas que contengan una frase completa y para esto se puede apelar a páginas como Diceware, que ayudan a generarlas. Incluso se puede trabajar con el navegador Firefox, el cual puede recibir un programa de extensión (Secure Password Generator) que funciona como guía para encontrar contraseñas seguras

Es clave comprender que la contraseña identifica al usuario en los sistemas electrónicos. Por lo tanto, una vez dentro de las cuentas, o de las transacciones, o de lo que sea, el usuario pasa a ser esa simple contraseña. Y el destino de nuestros activos, nuestra información, nuestro dinero quedará resguardado siempre y cuando se garantice su secreto con una adecuada palabra clave

Una buena contraseña puede significar más que dormir tranquilo. Una mala contraseña nos puede llevar de la noche a la mañana a la bancarrota. El sonado caso de Paris Hilton y la pérdida de su agenda electrónica sólo quedó en el bochorno público.

Cinco consejos de seguridad

- Su clave debe tener más de 8 caracteres, combinando letras y números.
- No utilice una misma contraseña para todos los servicios como su acceso a home banking, e-mail, suscripciones y otros servicios que requieren registración.
- Evite utilizar claves "familiares": no utilice el nombre de sus hijos, o las fechas de cumpleaños.
- Renueve periódicamente sus contraseñas modificándolas por completo y tratando de que nada tengan que ver con la anterior.
- Para acceder a servicios de home banking o donde realice compras con tarjeta, utilice computadoras seguras y jamás desde un locutorio o cybercafe. Allí es una víctima fácil de cualquier hacker.