En mi cama deshecha
te olvidaste un beso.Un beso
dado de mañana.Los labios
rotos,duros y urgentes.La boca
áspera,aún reseca.Tu aliento
-que de otra forma hubiese sido
horrible- lo guardé en cristal
como guardo el aroma de los tamarindos.
Y no me atreví a deshacer tu beso,haciendo
la cama.Y me acosté a tu lado
esa noche. Y ya no estabas. Ni te llamé
-como había prometido-, ni por las buenas
ni por las lágrimas.
Un besazo
Nekkar
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