Las cenizas van y vienen
Entre la rendija de una puerta vieja
Vestigios del holocausto
Que el fogón del tiempo consumió
Me quedé sentado en el sillón naranja
Mientras pasan los años dorados
Porque el tren me deja
Y vendrá la lluvia a limpiar los escombros
Con los recuerdos abrazados
Flagelando el alma con imágenes perdidas
Ignoradas por el tiempo etéreo
Un rostro en un espejo roto
Unas manos pálidas y débiles
Unos ojos sin brillo
Queda la vida...aún
Queda la mente
Quedan las malditas cartas
Quedas tu...
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