Vanderlei Luxemburgo, flamante campeón en Brasil con Santos, fue sorpresivamente presentado ayer como entrenador de Real Madrid, para "dar un giro en medio de la actual crisis" deportiva del club. "Es el sueño de cualquier técnico", dijo Luxemburgo, de 52 años, al llegar al aeropuerto de Madrid y añadió que "todo el proceso de negociación fue muy rápido".
Rápidamente dio a conocer los cuatro mandamientos que, de ahora en más, regirán entre los Galácticos. "Hay que tener disciplina, unión, profesionalidad y trabajo. Formaremos un equipo para que el Real Madrid luche por todo lo que juegue", dijo el brasileño. "Todo ha sido muy rápido, pero siempre mi pensamiento era venir a Europa. Por eso me he preparado mucho. No tengo miedo", agregó.
El arribo del italiano Arrigo Sacchi, como director de fútbol del Real Madrid, fue decisivo para la designación de Luxemburgo, en medio de lo que la prensa española ya lee como "una movida brasileña". De hecho, el italiano habría tentado a Luiz Felipe Scolari y ante la negativa del actual entrenador de Portugal se inclinó por el, hasta hace pocos días, DT del Santos.
Emilio Butragueño, director deportivo del Real, rechazó de plano las críticas a Luxemburgo, por no ser un gran conocedor de la Liga Española. "El fútbol es universal. Vanderlei veía en Brasil muchos partidos europeos y la cuestión no es su conocimiento sobre la Liga, sino que tenga capacidad y estamos convencidos de que la posee", enfatizó.
En el currículum del brasileño brillan los seis títulos nacionales que consiguió en su país y la mancha negra es su paso por la Selección entre 1998 y 2000 con muchas penas y nada de gloria.
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